El pasado jueves se cumplieron 75 años de la muerte de Ignacio Sánchez Mejías. Dos días antes un toro le había dado una cornada mortal en la plaza de toros de Manzanares. Sánchez Mejías era un torero muy vinculado a Cádiz, entre otras cosas por su amistad con el famoso Ignacio Espeleta.

José María de Cossío, gran narrador de anécdotas, gustaba contar en sus tertulias las cosas de Espeleta, conocidas de primera mano gracias a su amistad íntima con Sánchez Mejías.

Cossío recordaba el trabajo que le costó al torero reclutar a Espeleta para que trabajara en el espectáculo de La Argentinita y refería lo sucedido una tarde de inmenso calor en Sevilla. A la hora de comenzar la función, Espeleta no aparecía por ninguna parte. Tras intensa búsqueda fue encontrado metido en una bañera y con agua hasta los ojos. "¿Pero vamos a cantar con esta calor?", fue la respuesta del gaditano ante las prisas de los organizadores.

Más conocida es la anécdota ocurrida durante el homenaje a los aviadores del Plus Ultra. Ramón Franco, Ruiz de Alda, Durán y Rada habían cruzado con éxito el Atlántico a bordo de un aeroplano. A su regreso a España, los aviadores fueron objeto de multitud de homenajes. Uno de ellos tuvo lugar en Sevilla, a cargo de conocidos intelectuales de la época. Sánchez Mejías llevó como invitado a Ignacio Espeleta.

A la hora de los brindis, ya con algunas copas en el cuerpo, los organizadores invitaron a Espeleta a que tomara la palabra. El gaditano se levantó para decir: "Lo de los aviadores está muy bien. Pero más difícil es lo que hizo un compadre mío, que llevó seis gatos de Sevilla a Cádiz sin atar y sin que se le desmandara ni uno". El homenaje se dio por finalizado.