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Economía

"Zapatero es el político que más sabe de economía de toda España"

  • "Quienes llevan 30 años queriendo acabar con las cajas han movido bien sus fichas", dice Sevilla · "Se plantea la sostenibilidad de las pensiones y la única respuesta es cómo recortar gastos, no cómo generar ingresos"

"El síndrome del ex ministro", explica Jordi Sevilla (Valencia, 1956), consistente en atiborrar la agenda de innumerables compromisos en el menor lapso posible, es la causa de un retraso, media hora larga, que no impide al actual senior advisor de PwC renunciar a su otra manía, "dormir siempre en casa", pese a que tras la entrevista le aguardaban un encuentro secreto con un alto personaje de la política local y una conferencia en la Loyola Leadership School.

-Frase mítica a Zapatero: "La economía se aprende en un par de tardes". ¿Se arrepiente?

-En absoluto. Zapatero ha demostrado, no gracias a mí, que sabe mucho del tema. En los debates parlamentarios queda probado que es el que más sabe de economía, lo cual es en parte normal porque tiene toda la información y el acceso la opinión más cualificada.

-¿Qué le sugiere core capital, la palabra de moda?

-Me suena a solvencia, cuando nuestro principal problema es de liquidez. La solvencia es la tarea del Banco de España, pero no debería ser tanto la preocupación del Gobierno. En cualquier caso, el core capital es un porcentaje, y a efectos de cumplirlo da lo mismo subir el numerador o reducir el denominador; incrementar los activos o reducir los riesgos. Yo sería más partidario de obtener ese core capital en plazo, tal y como plantea Basilea III (2019), y reduciría riesgos, que es lo que limita la liquidez del sistema financiero español.

-Adiós a las cajas, ¿no?

-Desgraciadamente sí. Quienes llevan 30 años queriendo acabar con el modelo de las cajas han sabido mover sus fichas para ganar. Yo sólo espero que no lo lamentemos porque, con todos sus defectos, las cajas han tenido dos grandes aciertos: han sido un competidor que ha espabilado a la banca y han tenido una preferencia regional en cuanto a sus actuaciones; no sólo han estado guiadas por el valor para el accionista sino por lo que ahora empieza a llamarse responsabilidad social corporativa de las empresas.

-España: ¿Rescate o regate?

-No hace falta un rescate. Tras Grecia e Irlanda, los países con problemas se han puesto a hacer sus deberes y la UE ha dado pasos adelante porque no estamos ante ataques a países sino al euro. Cuando París y Berlín han autorizado ampliar el fondo de rescate y que este fondo compre deuda de los países miembros, se ha acabado con la especulación en Portugal. Son dos movimientos muy importantes que se hacen pensando en España.

-¿Hay una mano negra anglosajona contra el euro?

-Hay una utilización de los mercados para que hagan las tareas que la unión económica y monetaria no es capaz de hacer. Nosotros construimos el euro, pero el euro es una estructura que no se puede mantener sólo sobre una moneda. Requiere una unión económica detrás que fue diseñada en Maastricht. Hemos hecho la unión monetaria pero no la económica, así que nos hemos quedado sin los instrumentos institucionales que nos permitan, por ejemplo, evitar que, como ha pasado con Grecia, nos mientan con las cuentas públicas. La tarea que no ha sido capaz de hacer la UE se la han encargado a los mercados, que van mucho más allá de lo que deberían porque, con cada ataque, ganan.

-Parece como si Zapatero acometiese, por la presión internacional, las reformas que de otra forma habría ignorado.

-Posiblemente, sin la presión de ingresar en el mercado común no habríamos hecho la reconversión industrial, como sin el esfuerzo para entrar en el euro tampoco habríamos hecho muchos de los planes de ajuste de los 90. Da la impresión de que sustituimos la necesaria pedagogía política por la imposición externa, y eso es eficaz desde el punto de vista económico porque te obliga a asumir las cosas que se supone que debes, pero debilita la democracia. Si tenemos que reformar las pensiones o fortalecer la liquidez del sistema financiero es por crecer y crear empleo en España, no porque nos lo pidan los mercados. Estamos perdiendo la conexión entre las reformas y nuestras necesidades como ciudadanos y como país al presentarlas como una exigencia de Alemania o de los mercados, es decir, como algo que interesa a otros pero no a nosotros. El Gobierno negó al principio la crisis. El propio presidente reconoció ese gran error. Ahora la percepción es que se ve arrastrado por los acontecimientos, y eso debería revertirlo para presentar el balance positivo que en España vamos a tener si las tareas pendientes se hacen bien.

-Su opinión sobre la reforma de las pensiones. Y sobre los privilegios de los políticos al respecto.

-No estoy nada seguro de que la que se ha negociado sea la mejor por una cuestión asombrosa: se plantea la sostenibilidad del sistema y la única respuesta que se le da al problema es cómo recortar gastos. Dentro de 30 años, la sociedad española estará más envejecida pero será más rica. Deberíamos vincular al menos una parte de la financiación de las pensiones a impuestos relacionados con la riqueza general. No entiendo por qué nuestras pensiones se tienen que financiar como dijo Bismark en el siglo XIX y por qué tienen que seguir siendo la única política social que se costea sólo con un impuesto regresivo sobre los asalariados. Para mí ése es el debate. Respecto a la segunda pregunta, yo diferenciaría la situación de los diputados de la de los ex presidentes. Según las cifras, más del 95% de los que hemos sido diputados tenemos ya garantizada nuestra pensión máxima sencillamente porque nuestros niveles de trabajos e ingresos nos la garantizan. Lo que se ha explicado mal es que cuando se pensó en garantizar la pensión máxima para diputados y senadores, eso estaba diseñado para quienes por distintas razones no habían podido cumplir su carrera laboral normal. Caso distinto es el de los ex presidentes: hay que tratar con dignidad a quien ha representado a España, sea del partido que sea, como ocurre en el Reino Unido, Francia, Alemania o EEUU. Pero la ley debería prever que esa pensión que tienen garantizada se suspenda cuando, con el pase al sector privado, obtuvieran un nivel de ingresos al menos equivalente.

-Aznar o González acumulan cargos y euros en distintas empresas.

-Si a Aznar o González les pagan lo que les pagan por ser consejeros, ¿cuánto ganará el presidente de esas empresas? La gente que ha tenido responsabilidades políticas de alto nivel acumula un rango de conocimientos y experiencias que se valoran mucho. Quien ha sido presidente tiene que tomar decisiones, así que sabe priorizar, movilizar equipos, forjar alianzas… Todo eso, en el sector privado, da mucho dinero. Ni Endesa ni Gas Natural necesitan a los dos ex presidentes para tener acceso a nadie ni en España ni en América Latina, pero sí requieren conocer la regulación, la política, cómo les pueden afectar los movimientos de China o EEUU… Y alguien que se ha sentado en el Consejo de la UE tiene una visión única. Los políticos son mucho más valiosos de lo que nos imaginamos.

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