Economía

Abengoa baraja abandonar su planta solar en EEUU por falta de incentivos

  • La multinacional andaluza, que se adjudicó el macroproyecto de 700 millones en febrero, advierte que sólo iniciará las obras si el Senado estadounidense renueva las ayudas fiscales a las inversiones verdes

Los peores augurios pueden cumplirse para Abengoa. La primera compañía de capital andaluz anunció en febrero que se adjudicaba un macroproyecto de central termosolar en Arizona (EEUU) cuya inversión ascendía a unos 700 millones de euros (1.000 millones de dólares). La potencia de la planta, 280 megavatios (Mw), la convertiría en la mayor instalación con esta tecnología renovable en el mundo, tras la que funciona en California (354 Mw) desde la década de los años ochenta y el complejo que la propia Abengoa levanta en Sanlúcar la Mayor (Sevilla, con 303).

En ese momento, y también en los resultados de la firma del primer trimestre de este año, Abengoa ya advirtió de que la puesta en marcha de este proyecto dependía de la renovación de unos incentivos fiscales para inversiones en instalaciones renovables por parte del Senado estadounidense -conocidos como Investment Tax Credit (ITC), que se aprobaron en 2005 y expiran a finales de este año-. Como complemento, la firma que preside Felipe Benjumea había planificado la construcción de un fábrica de espejos en aquel país para suministrar ese componente para este y futuros proyectos.

Pero la cámara ha votado nueve veces en lo que va de año en contra de esta renovación, la última, a finales de julio. La propuesta rechazada es extender su vigencia durante un año para los parques eólicos y ocho años para los proyectos termosolares, garantizando así tiempo suficiente para la construcción de las plantas. La de Abengoa en Arizona, denominada Solana, precisaría de casi cuatro años de obras.

Ante ello, Fred Morse, responsable de Abengoa Solar en EEUU, aseguró hace unas semanas en un seminario especializado que la compañía baraja suspender los planes para construir tanto la central como la fábrica de espejos si la vigencia de los ITC no se extiende más allá de diciembre. Estos incentivos permiten a las compañías que venden electricidad de origen verde pagar menos impuestos por los beneficios que obtienen por esta actividad. Se estima que esas exenciones fiscales, a las que las empresas pueden acogerse cuando la instalación está operativa, pueden representar aproximadamente el 30% de los costes de un proyecto termosolar.

Morse explicó que, sin estos incentivos, es imposible obtener créditos bancarios para financiar estas plantas, y menos aún en medio de una crisis de liquidez como la que azota actualmente los mercados internacionales. Fuentes de Abengoa en España no han aportado ningún detalle más.

En España, los incentivos económicos se entregan a las compañías por la vía de incrementar los ingresos que obtiene por la venta de electricidad de origen renovable -hasta un 300% más que la tarifa regulada en el caso de la termosolar-.

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