Parece que 2015 marcará un punto de inflexión para el sector inmobiliario. Los datos oficiales y las proyecciones de expertos y servicios de estudios apuntan que el ladrillo -tanto en su vertiente de compraventa como en la de construcción- crecerá este año. Ayer mismo, el último informe sectorial de Cesce señalaba que en 2015 se comenzarán a construir 45.000 viviendas, lo que supone un crecimiento en términos de valor del 2,8%. Con más fuerza aún repuntará la rehabilitación(+3,9%), mientras que la edificación no residencial lo hará un 3,2% y la obra civil un 1,8%.

La compraventa también avanza a buen ritmo y ayer mismo se conoció que ha crecido en junio -según los datos del Consejo General del Notariado- un 19,4% (14,4% en términos no estacionalizados), hasta las 37.641 transacciones. Según el Ministerio de Fomento, en el primer trimestre del año se registraron 85.133 operaciones (+4,4%), una cifra que no se recordaba en un arranque del año desde el año 2010, aunque la cifra ese año fue bastante superior, de 107.079 viviendas vendidas.

Por su lado, la consultora inmobiliaria CBRE señala que la inversión inmobiliaria volverá a crecer este año de forma ostensible y rebasará incluso los máximos históricos que se alcanzaron en 2007, cuando en pleno apogeo del sector se superaban los 10.000 millones de euros anuales. Sólo en los primeros meses de 2015 la inversión se situó en España en 8.434 millones, impulsada por la compraventa de Testa (filial de patrimonio de Sacyr). CBRE confía en que este año se cierre en el entorno de los 12.000-14.000 millones.

A diferencia de en 2007, ahora los precios son mucho más baratos y hay un mayor número de operaciones para aprovechar oportunidades. "Sigue habiendo mucho interés, dinero y confianza en el sector inmobiliario. Va a haber más socimis que van a salir al mercado, aunque no con el volumen y la fuerza que hemos visto saltar ya", subraya el director de Capital Markets de CBRE España, Mikel Marco-Gardoqui.

Marco Gardoqui, tras constatar un aumento de las compraventas de viviendas, observa  muchas alianzas estratégicas entre inversores extranjeros y socios locales para levantar nuevos proyectos residenciales. Los primeros aportan el dinero y los segundos su experiencia.

No todo es de color de rosa. El directivo coincide con los expertos en que parte de las existencias no se van a vender nunca y en que alguno de los proyectos se tendrán que demorar. Todavía hay zonas que tienen que ajustar aún más los precios aunque en general, señala Marco-Gardoqui, han tocado suelo y se recuperan, aunque "no a un ritmo loco".

Por su lado, Cesce señala en su informe que todavía existirán zonas de España donde la crisis se prolongue tanto por el descenso de la edificación como por la bajada de los precios. A pesar de esta caída, el esfuerzo que tiene que hacer una familia para comprar una casa sigue estando muy por encima de lo recomendado, que son cuatro años de salario bruto. La cifra alcanzó en 2014 los 6,3 años, mientras que en 2007 llegó a estar en 9,1 años de media.

Además, la compraventa de vivienda usada domina el mercado claramente, con un 87,1% del total (a fecha del primer trimestre) y, mientras eta modalidad se muestra pujante, la adquisición de nuevos inmuebles descendió un 17% en el arranque del año.

Así que, pese a que por fin el inicio de obras para la edificación muestra una curva ascendente, la cifra absoluta está aún muy muy lejos de la de hace nueve años. Los visados de dirección de obra alcanzaron en el año 2014 los 58.776 frente a los 911.000 de 2006, en pleno boom inmobiliario. Pese a esta brecha, los datos de inversión indican que hay optimismo entre los fondos respecto al futuro del sector más castigado por la crisis.