El Cádiz no piensa hacer extravagancias con la contratación del delantero centro. Quiere un refuerzo de garantías, con experiencia y que asegure puntería. Por ello, se va a armar de paciencia dispuesto a pescar en el río revuelto de los descartes en Primera División, donde la crisis económica puede provocar cesiones aceleradas en futbolistas que no encuentren acomodo. Esta política de fichajes, en el que puede ser considerado el puesto más complicado de la plantilla, cierra de momento las puertas a nombres que habían sonado, como los de Igor, del Pontevedra, cuyo destino parece cada vez más ligado al Albacete, o Raúl Amarilla, un jugador joven e interesante que, tal y como informó este medio en el mes de marzo, ha sido seguido por los técnicos. Ayer Antonio Muñoz aseguraba que "Amarilla puede ser un futbolista de futuro pero lógicamente no es lo que estamos buscando, para incorporarlo al equipo preferimos a Rubiato, que tiene más experiencia. A lo mejor puede entrar en nuestros planes pero siempre con vistas a próximas campañas", dijo.

El presidente cadista confesó que las dos posiciones donde se centran los esfuerzos de Julio Peguero y su equipo es el punta y el interior izquierdo. En este último sentido, apuntó que la opción de Dani Benítez aún no está descartada completamente. "El Mallorca necesita dinero y el Udinese se lo ha dado contante y sonante, aunque quiere ceder al jugador al Granada. El problema es que, por lo que sabemos, el futbolista no está dispuesto a jugar en Segunda B". El Udinese podría haber abonado 500.000 euros por el zurdo. A la pregunta de si el Cádiz estaría dispuesto a abonar un traspaso, Muñoz indica que "si se nos presenta un jugador con nivel y se valora debidamente pues estaríamos dispuesto, claro que sí, pero lo que no vamos a hacer es pagar por pagar".

El máximo mandatario cadista reconoce que uno de los nombres que está sobre la mesa es Diego Tristán, sin embargo, este medio ha tenido conocimiento de que Javier Gracia tiene serias dudas sobre la conveniencia de incluir a un jugador de sus características en un bloque que pretende sea lo más homogéneo posible.

El último ascenso cadista trajo a la capital gaditana a Oli, uno de los pilares de aquel equipo y que contagió profesionalidad, entusiasmo, actitud y calidad. Eso es precisamente lo que busca la entidad ahora, otro Oli capaz de ilusionar y que complete la tripleta atacante junto a Mariano Toedtli y Joseba Arriaga.