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La creación de la Liga de Filiales no afectará al ascenso

  • Equipos como el Betis B podrán subir y sus clubes tendrían otro equipo en la nueva competición

Existen muchas opciones de que la próxima temporada se ponga en marcha la Liga de Filiales. Esto ha suscitado la duda sobre cómo puede afectar al desarrollo de la actual competición de Segunda B, donde hay varios equipos que aspiran a ascenso y que son rivales en potencia del Cádiz. El Betis B, el Villarreal B, el Real Madrid Castilla... Se ha especulado con que quizá, se queden sin opciones de ascender y que ni siquiera podrían disputar la fase para subir, pero esto no es así.

Según ha podido saber este periódico, la posible creación de la Liga de Filiales no afectará al desarrollo actual de la competición, ni en Segunda B ni en la Liga adelante. Es decir, que si el Sevilla Atlético consigue la permanencia se quedará en la Liga adelante y si el Villarreal B asciende, tendrá su hueco en la categoría de plata. Por lo tanto, el Cádiz no va a perder rivales ni tendrá más o menos opciones de ascender por esto.

La Liga de Filiales va cogiendo cada vez más forma y ya está mucho mas cerca de convertirse en una realidad, pese a que todavía existen algunos obstáculos en los clubes participantes. Concretamente, el económico.

La Federación Española ya ha dado el visto bueno a la competición, pero analiza en la actualidad las fórmulas para la obligada reestructuración de la Segunda División B. La iniciativa, impulsada por Roberto Olabe, está a un paso de revolucionar el fútbol español. La comisión encabezada por Ricardo Resta trata de resolver los últimos inconvenientes de esta nueva competición.

Los equipos de la Liga BBVA y de la Liga adelante son conscientes de que esta Liga de filiales, a imagen y semejanza de la que triunfa en Inglaterra, obligaría a destinar una partida presupuestaria importante a la competición. Por ello, sería fundamental encontrar patrocinadores para hacer frente a los desplazamientos.

Además, en el trasfondo de esta iniciativa está la cada vez más escasa presencia de jugadores jóvenes en Segunda y, sobre todo, en Segunda B. Esta última categoría, en vez de forjar nuevos valores, se ha convertido en un reducto de veteranos. Los clubes están obligados a contar en su plantilla con varios sub-23, pero a la hora de la verdad su papel es testimonial. Varios responsables de cantera consideran que esta situación constituye una de las claves para explicar que numerosos futbolistas triunfen en las categorías inferiores con la selección y luego no lleguen a afianzarse como profesionales.

El proceso de creación de esta Liga parece haber entrado en su recta final con la redacción de las distintas propuestas para el modelo y el sistema de competición.

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