Las Palmas confirmó su gran arranque liguero, con pleno de puntos y nueve goles en dos partidos, al pasar por encima de un Granada caótico en defensa y que acabó sucumbiendo con cinco tantos encajados.

Varios errores individuales y colectivos del Granada fueron aprovechados por los canarios, pletóricos en el contraataque, ante un rival que, con el inconfundible sello de Paco Jémez, arriesgó demasiado y vio castigado su excesivo atrevimiento con una goleada.

El pulso que se preveía por la posesión del balón lo ganó pronto Las Palmas, aunque los primeros minutos fueron algo descontrolados, con llegadas a una y otra portería. De hecho, la primera con peligro la desbarató Javi Varas saliendo a despejar ante Ponce.

El Zhar comenzó a afinar la puntería para los locales con un remate fuera a centro de Vicente Gómez, en una fase en la que el Granada ya empezada a dar síntomas de endeblez defensiva, como demostró que Ochoa se viera comprometido hasta por sus propios compañeros con pases más propios de enemigos.

Tras un cabezazo cruzado de Ponce, los de Jémez fueron diluyéndose, mientras que los amarillos empezaron a perdonar, primero con una llegada en solitario de Livaja, al que el árbitro amonestó por dejarse caer en el área.

Después llegó la torpeza de Gabriel Silva al no despejar por dos veces el balón en el área, que llegó a El Zhar para engatillar un disparo raso y cruzado a la red. Jémez no esperó al descanso y señaló al brasileño con su cambio.

Ochoa volvió a salvar al Granada con paradas ante Vicente Gómez y El Zhar. El conjunto nazarí empató al borde del descanso con una brillante acción individual de Boga ante David García, y un latigazo seco desde la frontal del área, inalcanzable para Javi Varas.

El azar permitió al Granada entrar en el partido, pero volvió a suicidarse tras el descanso con desajustes defensivos flagrantes. Primero permitió un mano a mano de Dani Castellano que el lateral desperdició ante Ochoa, y después encajó un gol en un saque largo de Javi Varas que dio lugar a un dos contra dos, con centro de Livaja y cabezazo de Boateng, quien se retiró lesionado poco después.

Con media hora por delante, Jémez contribuyó al caos al cambiar al debutante Samper por Barral, y terminar de partir al Granada en dos. El Zhar castigó su estrategia con un contragolpe de libro conducido por Jonathan Viera, y regaló después el cuarto gol a Momo.

Viera hizo lo propio con Araujo para dando como resultado el quinto tanto, e que el argentino firmara el quinto, e incluso Ochoa evitó la media docena ante el propio Viera.