El fútbol español vivió ayer un déjà vu que se repite año tras año por las mismas fechas, ya que pese a que los finalistas de la Copa del Rey quedaron definidos, una vez más falta respuesta a una cuestión clave: ¿dónde se disputará la final? La fecha del partido, el 30 de mayo, se conoce desde hace meses; los contendientes, Barcelona y Athletic de Bilbao, desde el miércoles. Pero ahora llega la cuestión de elegir la sede.

"Siempre queremos jugar en el estadio con mayor capacidad, siempre que no sea el nuestro, ya que jugar una final como local trae mal fario (mala suerte). Cada final es una experiencia para la afición, a la que le gusta desplazarse y vivir ese momento en directo", argumentó el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu.

Y, naturalmente, todas las miradas van dirigidas al Santiago Bernabéu. ¿Qué otra cosa sería más satisfactoria para un seguidor azulgrana que levantar un trofeo en el estadio del gran rival, el Real Madrid? Así sucedió en la final de 1997, cuando el Barcelona levantó el trofeo y su presidente, Joan Gaspart, saltó enfervorecido al campo en una celebración que aún escuece en el club blanco.

De otra parte, al Athletic tampoco le importaría nada viajar a Madrid, pues se prevé un masivo éxodo de seguidores del equipo vasco para asistir a otra final de Copa, uno de sus torneos favoritos. El estadio madrileño tiene capacidad para 81.000 espectadores.

Sin embargo, es probable que el Real Madrid ofrezca resistencia a prestar su campo para la final. Al menos, si se recuerda el precedente de 2012. Hace tres años, Barcelona y Athletic también accedieron a la final y todas las miradas apuntaron al Bernabéu. Pero Florentino Pérez encontró un pretexto: el estadio iba a emprender justo en esas fechas una reforma de los baños.

Y la final se fue hacia el Vicente Calderón del Atlético de Madrid, cuyos 55.000 asientos se mostraron insuficientes para atender las peticiones de ambos clubes.

La opción del campo del Atlético queda descartada este año porque el 31 de mayo se celebrará en el Vicente Calderón un concierto del grupo de rock AC/DC.

Según el diario As, el Real Madrid tiene también una "excusa": si el Castilla, filial del primer equipo blanco, se clasifica para los playoffs de ascenso a la Liga Adelante, podría exigir celebrar sus partidos en el Bernabéu. El Alfredo Di Stéfano, habitual campo del equipo que dirige Zinedine Zidane, apenas cuenta con 6.000 asientos.

El protocolo indica que Barcelona y Athletic se reunirán en las próximas fechas con la Federación Española, que recibirá la propuesta de sede por parte de los dos clubes para definir su elección. Después, comunicará al propietario del estadio la decisión, y éste, si procede, decidirá si ofrece su campo o si justifica una negativa.

Y otro aspecto presentará polémica. Felipe VI estará por primera vez en el estadio como Rey y ya se da por seguro que habrá abucheos al himno y la bandera española por parte de ambas hinchadas, como sucedió hace tres años cuando aún era monarca Juan Carlos I.