Sin estridencias, con discreción. Sin rencores, con caballerosidad, con respeto. Con la cabeza bien alta. Como un gaditano y un cadista más. Así se despide Antonio Calderón. Le toca vivir la cara amarga del fútbol que asume con profesionalidad y ahora seguirá al equipo de sus amores desde otro lado.

Calderón quería despedirse tras ser destituido y lanzó un emotivo comunicado con un mensaje positivo pese a todo, con los mejores deseos para que se consiga el objetivo del ascenso anhelado por todo el cadismo, con palabras dedicadas los distintos estamentos del club, con agradecimiento a la afición y una mención especial a su familia. Se va con la conciencia tranquila después de haberse entregado en cuerpo y alma al equipo de su tierra. Los resultados mandan y el club decidió prescindir de su servicios.

El hasta hace un par de días preparador cadista resume su segunda etapa en el Cádiz desde que llegó el pasado mes de marzo hasta que los rectores de la entidad decidieron que había que buscar un relevo en el banquillo.

El comunicado de Calderón es el siguiente:

"Desde que empecé el 19 de marzo siempre me he sentido muy feliz siendo entrenador del equipo de mi ciudad.

La pasada temporada conseguimos devolver la ilusión a la afición y clasificar al equipo para la promoción de ascenso, lo cual supuso una alegría inmensa para todos. Fue una decepción enorme la eliminación en Hospitalet, no sólo por cómo se produjo, sino porque este club nunca mereció estar en segunda b, teniendo una afición volcada en todo momento y un equipo pletórico de moral y con una confianza enorme en sus posibilidades.

La renovación me volvió a ilusionar y soñaba con devolver la confianza que se había depositado en mí. Con la comunión generada entre club, equipo y afición seríamos imparables.

Aunque el comienzo no ha sido el esperado, y nos ha ido retrasando, tenía plena confianza en el equipo y en el trabajo que estábamos realizando, y esperaba poder demostrarlo con el tiempo, porque nunca me rendí y siempre me sentía con fuerzas para seguir.

En todo momento he sentido el apoyo del presidente y su consejo, del director deportivo, de los jugadores y ayudantes, siendo un verdadero placer ir a trabajar cada día en mi casa.

También he sentido en todo momento el cariño y el ánimo de la afición. Y desde aquí quiero agradecerlo.

Mi deseo es que el Cádiz CF quede campeón y logre el ascenso a segunda, porque siempre me sentí como un aficionado más antes que entrenador del primer equipo.

También deseo que el equipo siga haciendo un gran papel en la Copa del Rey y que toda la afición del Carranza disfrute, al máximo, de un fútbol de primera frente a los grandes.

Hoy es un día triste para mi. Mi consuelo será ver el ascenso del Cádiz CF a Segunda A. Me he entregado en cuerpo y alma al Cádiz CF y me he sentido un privilegiado por volver a entrenar a mi equipo por segunda vez.

He disfrutado cada minuto de mi trabajo, me he sentido querido y respaldado por todos, sin olvidar a mi familia, que disfrutó y sufrió como parte de una grandísima afición como es la del Cádiz CF.

Viva el Cádiz, vivan los cadistas y vivan sus cojones".