Letra. Jesús I. García Vélez y Juanma Braza Benítez. Música. David Pérez Chilla y José Antonio Pérez Fernández. Dirección. José Antonio Pérez Fernández. Las coplas. Aunque portan una gran inyección que da mucha jindama,  este coro no pincha en su presentación donde enarbolan con mucho ímpetu, con mucha seguridad, incluso más que en el pase anterior. Toquecitos simpáticos y advertencias de que vienen a curar Cádiz de este coro achirigotado. A esa “señora jeringuilla”, y sus dos caras, le dedican el primer tango. La que “nos hace llorar” pero también salva vidas “curando enfermedades”. Jeringuilla que también “te condena” si lo que inyecta es droga. Ellos esperan que siempre esta jeringa “caiga en buenas manos”. Quizás un poco pasado el tema de la jeringuilla relacionado con la droga. Aunque en tiempos de crisis la heroína suele volver a resurgir, el instrumento que se suele utilizar no es ya la jeringuilla. Mucho mejor el segundo a la organización Médicos sin Frontera, “ángeles de la guarda”, que ponen “el alma” cruzando fronteras y que acuden “con su botiquín a ayudar hasta el mismo infierno”. En la tanda de cuplés destaca el segundo. Kike Remolino le echa un cable a este coro de nueva creación. Como le faltan dos componentes el chirigotero “le presta” a dos tenores entraditos en carne porque “no cabían en los bidones”. El primero picantón sobre una muchacha de buen ver a la que pinchan. En el popurrí actualizan alguna cuarteta como la del muchacho negro y con un buen colocón que sale a escena para que le canten, camballá, a la manera en que el coro de Luis Rivero  ‘Khumbayá’ entonan su presentación. Vuelven a terminar su actuación de manera reivindicativa con una pancarta que reza Mójate por la Sanidad.