Chirigota

El que entra no sale

Localidad: Cádiz

letra. Juan Carlos Vergara León y José Antonio Alvarado Ramírez.

música. José Antonio Alvarado Ramírez y Juan Carlos Vergara León.

director.  José Manuel Cornejo Benítez.

el tipo. Un psicólogo y unos picaos del Carnaval (enfermos)

En semifinales: Antes de que pasen los verdaderos pacientes, Ángel Subiela (que, claro, va con Carli Brihuega) se acerca a la consulta deldoctor Cornejo que le recomienda que para el año que viene salga en algo más sencillito, "un cuarteto" , por ejemplo. No será el único invitado especial del pase de hoy de la agrupación. Otro cameo de altura, El Purri, sale para demostrarnos "cómo hacía El Purri" en la cuarteta que le dedican los chirigoteros en un popurrí que es una de las grandes bazas del repertorio de esta agrupación. Un popurrí que, además de sacarnos una vez más la carcajada, nos emociona (no sé, creo que siempre lo sentiremos) cuando finalizan cantando 'Caleta'. Antes, desarrollan una presentación, también simpática aunque muy parodiada, todo sea dicho. El grupo lo hace bien pero no paran en escena. Más relajados para los pasodobles. En el primero critican a la alcaldesa de Cádiz que no dudó en tirarse un cubo de agua por la ELA (ellos piensan que lo mismo deberían haber hecho todas las concejalías, pero tirándose por la Bahía) pero que aún no se ha "mojado por los gaditanos". Así le recuerdan los "retos" pendientes como el segundo puente y las mejoras en Zona Franca. En el segundo, entre la crítica y el tributo, hablan de los cruceros que llegan a la ciudad (cuyos cruceristas se piran, rápidamente a Jerez). Les propone una ruta bellísima que los guías deberían hacer a los turistas por Cádiz. "Viene hasta aquí un crucerito más típico no lo hay trayendo a los guiris en el Muelle de Cádiz" comienza la letra que rompe en Vaporcito. Los cuplés no están mal pero no son excelentes. En el primero, pilla a su mujer con Ramoni en la cama y, lejos de mosquearse, se hace un selfie con él y lo arropa.  Mejor que el segundo donde confunden al Pacoli con una figurita de barro de Carnaval. En este pase han bajado un poquito pero es una buena chirigota que tiene sus posibilidades porque han hecho buen concurso.

En cuartos: Mini cameo de Don Adolfo (Manolo Cornejo) para iniciar la parodia que antecede la presentación de estos locos del Carnaval y su psiquiatra. Una pieza inicial con su ángecon la presentación de Caleta y su poquito de Los condenaos. Siguen funcionando los golpes (la mujer embarazada y le quiso poner publicidad en el bombo, calienta voces antes de gritarle a su niño...) en boca de estos chirigoteros que son unas fieras.  No hay respiro, chiquillo. Tampoco en el popurrí, que sigue despertando las carcajadas, sobre todo, con esa cuarteta de arte sobre El Purri, entre otras (muchas), destacables. De hecho, esta pieza final es de las más completas del certamen. Los cuplés, sin embargo, en este pase van cortitos. Si el primero es pasable no más con los regalos carnavaleros (su hija le regaló "un bombo" y en unos meses será abuelo); el segundo, sobre la estancia en la cárcel de Ortega Cano es muy flojo (tiene más gracia eso de torear al pastor alemán que el remate). Tienen algún problemilla con las letras, también. En los pasodobles apuestan por un acto de conciliación y por una irónica crítica. Así, en su primera letra, con la excusa de que tienen un hijo carnavalero y otro cofrade, creen que las dos aficiones "son dos grandes maneras, Cádiz mío, para quererte". En el siguiente, con muy buen golpe final, critican de manera muy fina a los tríos y minigrupos y a la iniciativa Carnavalea porque ellos no podrían cantar sin su grupo, no podrían cantar solos, "por menos de milquinién". 

En preliminares: Buen matrimonio... El de un autor ocurrente y un grupo chirigotero al máximo, que defiende cada golpe como jabatos. Qué buena impresión dejan estos jartibles del Carnaval con un buen repertorio que, sin embargo, cojea en los cuplés. Más que cojea, se cae directamente. Esperemos que en el próximo pase resuelvan mejor estas piezas porque desluce una propuesta que, por lo demás, es brillante. Tanto que, a mi parecer, le sobran las parodias. Vamos, que no le hacen falta para destacar. Y es que son jartibles... Jartibles del Carnaval... que  entran en la consulta médica derrochando alegría, pero también papelillos y serpentinas. Y tan enganchados a la fiesta que mejor que no lo saludes diciendo “bienvenidos”. Con Caleta, con ‘Los condenaos’ culminan una pieza inicial donde cuentan que su “sueño” es decir que “Juan Carlos lo ha echado” al chico suyo le han puesto Bustelo y que no le grita “sin antes hacer voces”. Consiguen meternos en sus bolsillos. En los pasodobles tiran de la sentimentalidad. Bien hechos pero, sobre todo, bien rematados. En el primero cantan a su ausencia el pasado año en el Concurso que les ha servido para tomar perspectiva. El remate es para la alcaldesa, para que descanse un añito. En el siguiente critican a la Cabalgata de Reyes utilizando como recurso aquella letra a sus majestades de Oriente que cantaban en ‘Una chirigota con clase’. “...le escribo mi carta a los Reyes Magos”.

Más parodia (que está simpática pero, ya digo, no les hace falta) antes de interpretar lo peor de su repertorio, los cuplés. Al primero, sobre los curas que abusan de los niños, le falta gusto y gracia.  Y eso que el poco tacto queda mitigado por la empatía que desprende este grupo en escena. El siguiente a su niño que también está enganchado a los carnavales. Malo . Levantan el repertorio nuevamente con un popurrí muy entretenido y con cuartetas de picaos que nos han hecho reír. Reír de verdad.

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