De abuelitos chirigoteros, como aquellos de Paco Alba, se presentó el grupo del Love en el Concurso de 2009 de nuevo firmando el repertorio la agrupación pero con Gómez y Chico Cornejo (algún día se reconocerá de verdad la aportación musical de este hombre al Carnaval de Cádiz) llevando el peso del repertorio, además de las ideas del grupo. Muy metidos en el tipo y contando sus achaques (el decorado, muy de ancianos, era la plaza de Candelaria), les tocó cantar en la última sesión de preliminares, el viernes 6 de febrero cerrando la primera parte. Fue ese día cuando el grupo interpretó uno de los mejores pasodobles de su trayectoria carnavalesca: el que hace un recorrido por sus disfraces. O sea, por una vida entera .
El resultado final del Concurso dejaba a la chirigota, por segundo año conecutivo, fuera de la gran final, fase desde el año anterior más cara al entrar sólo tres agrupaciones por modalidad. Acabó sexta en la clasificación, aunque el jurado diario la hubiera clasificado para la final.
El Love, junto a su chirigota, fue ese año pregonero del Carnaval de San Fernando.
PASODOBLE
Manolo, qué jarta me tienes
con tantos disfraces
de la chirigota;
Manolo, que ya en el ropero
no tengo sitio pa na.
Chiquilla, no seas jartible,
ya verás tú como sirve,
que todos los Carnavales
tu hermano, como ya sabes,
viene pidiendo un disfraz.
La ropa de los Diablillos,
la lanza y la trenza de
aquellos Indiotas,
la barba del Barbacoa,
las llaves de aquellas Momias
y una mano del terror.
Hay un poncho y
un sombrero de mexicano,
de los Príncipes
el traje más encantado,
y de los tangos...
tango el pantalón.
De militar pofesional
un uniforme que aún
podría aprovecharse.
¿Pero por qué voy a tirar
mi viejo baby si aún
conserva mucha clase?
Del hospital, del hospital
hay una bata
y un pijama que están bien,
del Prejubilao la blusa
con mil colores,
un gorrito espachurrao
de Juancojones
y del zombie una chaqueta
hecha jirones.
Los tirantes que vinieron
con el levante,
y una gorra caletera,
y es que yo no guardo disfraces,
yo guardo una vida entera.
PASODOBLE
Desde que me quedé viudo
me fui a vivir a casa de mi yerno;
mi yerno a mí me quiero mucho,
y también a mi pensión.
Pero lo peor de todo
es aguantar a mi nieto,
to el día pa arriba y pa abajo,
na más que me da trabajo,
ese niño es un mamón.
Las tardes me las llevo enteras
sentao en el sofá
jugando a la Play Station.
Abuelo, juega conmigo,
a los combois y a los indios,
venga, abuelo, por favor;
y yo como un gilipollas
hago caso al niño,
él se viste de comboi
y yo de indio,
porque yo el indio lo hago mejor.
Y pa comer, y pa comer
con la cuchara le hago
al niño el avioncito;
una pa ti, y otra pa mí,
tiene cojones
ahora me gustan lo potitos.
Este chaval me va a matar,
el día entero me tiene
pallá y pacá.
La que paso por las noches:
ponte el pijama,
a caballo hay que llevarlo
para la cama,
abuelito, dame un beso,
hasta mañana.
Cuando se quea dormío
y lo estoy mirando,
allí me quedo pensando:
¿cómo puede haber un malnacío
que a un niño le haga daño?
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