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Padrino de la valentía

  • Claudio Barragán quiere que los jugadores sean "atrevidos" con el balón y "perros de presa" cuando no lo tengan El nuevo entrenador asegura que no llega al vestuario con mano dura

Una extensa rueda de prensa en el estadio Ramón de Carranza inauguraba ayer la etapa de Claudio Barragán como entrenador del Cádiz. Firma hasta final de temporada con opción a una más en caso de ascenso. El valenciano ha ejercido casi siempre como técnico en la categoría de plata, pero hacerse cargo de un equipo de Segunda B "no es un paso atrás, todo lo contrario, para mí es un orgullo trabajar en el Cádiz, sé la exigencia que tiene el proyecto. Es difícil porque nadie regala nada, pero es factible". La adaptación a su nuevo puesto es ahora la prioridad. No hay tiempo que perder.

Claudio Barragán explicaba que el pasado domingo recibió una llamada telefónica del director deportivo del Cádiz Jorge Cordero, cuando estaba en el campo del Albacete presenciando el choque entre el cuadro manchego y Osasuna. "Fue una conversación larga, Jorge es muy pesado -apuntaba en tono de broma- y me convenció. Es un proyecto ambicioso a corto plazo y asumo el reto con toda la confianza del mundo".

De la boca del técnico recién llegado brotaban palabras generadoras de ambición e ilusión que luego deberán tener traducción en hechos para que el objetivo se convierta en realidad. "Quiero que mi equipo sea atrevido con el balón y que cuando no tenga el esférico los jugadores sean perros de presa. No hay otra. Si queremos lograr el objetivo tenemos que morder, ser ingrato para el rival".

El nuevo preparador cadista es consciente de lo que supone el Cádiz en Segunda B. "Las prisas son malas. Hay que saber jugar. El Cádiz es un club privilegiado para jugadores y entrenadores, sabemos de la exigencia, somos el equipo a batir de la categoría. El objetivo es quedar primero de grupo y luego subir".

La idea del técnico es clara. Paso a paso. "Hay que ir a los partidos de cada domingo". La filosofía que se dice de Simeone es en realidad más antigua, y es en la que se centra Barragán. "Sé que hay urgencias, pero lo mejor es ir partido a partido, es algo que ya decía hace tres años en la Ponferradina". Así, cuando era preguntado por la distancia de ocho puntos que el líder, el UCAM Murcia, tiene sobre los amarillos, no miraba más allá de la próxima jornada y recalcaba que "lo primero es jugar el próximo domingo contra el Lucena". Y es que el hecho de ser favorito no da victorias. "Los rivales multiplican su motivación cuando juegan contra el Cádiz", indicaba antes de hacer una declaración de intenciones en toda regla. "Tenemos que afrontar lo que viene con la máxima exigencia, en Segunda B se nos considera el equipo grande, pero para ganar partidos hay que correr como un equipo chico, tenemos que ponernos a la altura a la hora de competir".

Preguntado si había visto al Cádiz esta temporada, señalaba que siguió el partido contra el UCAM Murcia (disputado en la vieja Condomina), aunque no entraba en valoraciones más allá de decir que "los entrenadores dependemos de los futbolistas. Si el tiro al palo de Airam Cabrera entra en La Línea con 0-1 quizás hoy no estaríamos aquí, o las ocasiones que se tuvieron contra El Palo".

El míster afirmaba que conoce al 90% de los integrantes de la plantilla cadista antes de responder a la cuestión sobre el estilo de juego. "No se puede ser previsible, hay que buscar alternativas y saber lo que se hace en cada momento. No se trata de que me guste el fútbol directo, es una alternativa más que se puede dar durante un partido. Sé que tenemos calidad". Rememoraba Barragán que cuando entrenaba a la Ponferradina el equipo de El Bierzo "tocaba el balón y cuando había que hacer juego directo se hacía". Recordada también el curso con la Ponferradina del ascenso a Segunda A. "Hicimos una gran temporada, estuvimos eclipsados por la gran campaña del Mirandés. Éramos de los equipos a batir, estábamos concienciados de lo que había que hacer".

Del Cádiz apostillaba que "hay jugadores con verticalidad" y que "no vamos renunciar a mandar en el campo".

No ve el míster problema que en el plantel figuren dos artilleros de la talla de Jona y Airam Cabrera. Era pronto para valorar si los dos serán titulares. "Veremos a ver. Lo importante es que haya resultados", agregaba el de Manises.

Reconocía que no estaba al día de los adversarios del Cádiz en el grupo IV, aunque puntualizaba que "tampoco conocía a los rivales de la Ponferradina". Lo que sí aseguraba es que la Segunda División B "es una categoría difícil. Lo importante es que los futbolistas crean en mí".

Barragán tiene fama de ser una persona con un fuerte carácter, aunque él no cree que sea para tanto. De hecho, decía que "no llego con mano dura al vestuario. Tengo mi método, mi manera de trabajar, y me ha ido bien. Tengo mi carácter, pero soy un entrenador que llega al futbolista. A veces pierdo las formas, soy visceral, pero soy así, lo llevo en la sangre. Donde he estado me ha ido bien, espero sacar el mayor rendimiento al equipo tanto a nivel colectivo como individual".

Barragán confesaba su ilusión por hacer una buena campaña y cumplir el objetivo que se marca la entidad cadista. "Es complicado, pero posible, hay un buen plantel que tiene que darlo todo en el campo". No faltaba un guiño a la masa social. "El Cádiz tiene a una de las mejores aficiones. La afición es exigente y fiel".

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