El Ministerio de Defensa ha dado el visto bueno a la cesión de la muralla de Cortadura al Ayuntamiento de Cádiz, una pretensión que tenía el municipio desde hace muchos años. El objetivo es proceder a la restauración y puesta en valor de las murallas con cargo a sus presupuestos para embellecer la entrada a la ciudad de Cádiz, sobre todo en un momento en el que se va a celebrar el Bicentenario de la Constitución de 1812. Precisamente, este fuerte se construyó para impedir el avance de los franceses durante la Guerra de la Independencia.

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, lo anunció ayer en una de sus intervenciones al principio del pleno municipal. El miércoles 1 de diciembre el Ayuntamiento recibió un escrito de la directora general de Infraestructuras del Ministerio de Defensa, Mónica Melle, en la que se les anuncia la cesión del fuerte de Cortadura.

El Ayuntamiento podrá actuar sobre el lienzo de la muralla y el paseo superior, aunque tal y como se avisa en las condiciones que plantea Defensa, no se podrá abrir al público la parte de arriba.

La cesión es por 25 años, un período que se considera de mínimos por parte del ayuntamiento, pero que al menos le permitirá actuar sobre el frente de la muralla y dignificar la entrada a Cádiz.

Tendrá que ser una actuación urgente, ya que el tiempo corre en contra del proyecto. La propia alcaldesa señalaba ayer a este periódico que tan pronto como se firme el convenio con defensa habrá que realizar el proyecto de rehabilitación de la muralla para que pueda estar a tiempo para el Bicentenario.

En esta cesión ni entra la residencia militar de Cortadura ni las pistas deportivas que se encuentran al otro lado de la carretera, que seguirán en posesión del Ministerio de Defensa.

En la actualidad las murallas se encuentran llenas de pintadas y en un mal estado de conservación, pero desde el ayuntamiento no se ha podido actuar sobre ellas debido a que la titularidad era de la administración estatal.

Hace dos años hubo una gran polémica porque en la parte interna de la muralla, la que da a la residencia militar, se habían pintado una serie de dibujos infantiles en la misma.

Los otros dos edificios sobre los que el Ayuntamiento quiere entrar en negociación con el Ministerio de Defensa son el Casino Militar y el Club Marte.

Sobre el primero hay varias instituciones que han mostrado su interés en realizar allí sus actividades. Entre ellas se valoró incluso la posibilidad de que el Museo de la Prensa se instalara allí. El Ateneo es otro de los que deseaba dejar su sede actual y trasladarse al inmueble.