Cádiz

De Cádiz a Cádiz, por la Ruta 66

  • El responsable de exportación de 'Oleum Viride' ha recorrido la mítica carretera estadounidense visitando a los distribuidores del aceite de Zahara de la Sierra

El Cádiz de San Bernardino (California) apenas supera los doscientos habitantes. A su corazón llegó, hace unos días, un coche cubierto de pegatinas que rezaban Andalusian Oil. Y del coche bajó Leonardo Nazareno, responsable de exportación de la firma zahareña Oleum Viride, que moría por decir: "Nosotros también somos de Cádiz".

Como en otras ocasiones, el aceite fabricado en Zahara de la Sierra estuvo presente el pasado mes de junio en la Fancy Food: la feria de gastronomía gourmet que se celebra semestralmente en Nueva York. La cita de este año, sin embargo, tenía una carácter distinto para los responsables del sello gaditano: marcaba el punto de salida para recorrer la mítica Ruta 66 visitando a los exportadores que trabajaban con Oleum Viride en el país americano. Un viaje de dos semanas, del 1 al 15 de julio, que tenía su punto final en el Cádiz de California. La Cadifornia auténtica.

Así, desde Chicago (Illinois), Leonardo Nazareno se ha ido encontrando con distribuidores de Oleum Viride en Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, Idaho, Oregón y California. El broche final lo ha puesto una cata en el restaurante The Baazar, el nuevo local de José Andrés en Los Ángeles. Un viaje en el que han pasado de los cuarenta y ocho grados de Las Vegas a los picos nevados que podían verse desde Seattle. "Conozco el país desde hace años -comenta, desde Nueva York, Leonardo Nazareno- y la verdad es que nos apetecía mucho establecer contacto directo con los exportadores de nuestro aceite. Muchos de ellos -apunta- ya habían estado con nosotros en Zahara, visitando la almazara".

Nazareno califica la experiencia de "muy gratificante": "El 4 de julio lo pasamos en una reserva india de Arizona, haciendo ensaladas con aceite de la Sierra de Cádiz -cuenta-. Y es impagable el impacto que produce llegar a algún rincón de Idaho, por poner un ejemplo, con nuestro coche cubierto de pegatinas". Unos lugares en los que, a menudo, la visión que se tiene de España está muy alejada de la realidad: "Algunos de nuestros clientes habían estado en España antes, pero en los años setenta, con lo que recuerdan un país completamente diferente", indica Leonardo Nazareno. "En este sentido, la frase más clarificadora es la de alguien que me comentó: Creo que en España se vive como en Francia, pero más barato -continúa-. Una percepción que no es del todo mala".

Como detalle curioso, el responsable comenta que, en Salt Lake City, el establecimiento que distribuye Oleum Viride es propiedad de un judío no practicante, casado con una mormona no practicante: "Y en esa tienda, especializada en alimentos gourmet, más del 50% de los productos son españoles".

Apunte significativo: la gastronomía española aún no sale de los círculos del delicatessen y, para Leonardo Nazareno, "todavía tardará un tiempo en llegar al gran público". Un ejemplo de esta clasificación es el aceite gaditano: un producto de exportación, de calidad extra y con certificado ecológico que tiene su precio en el mercado. Medio litro de Oleum Viride en San Luis puede costar veintisiete dólares, veintinueve en Miami.

El aceite de oliva es, sin embargo, el alimento estrella entre los productos españoles: "El jamón de bellota está despuntando -añade Nazareno-. Pero en segundo lugar, dentro del mercado norteamericano, yo destacaría la aceituna: Andalucía es el principal exportador de olivas verdes en Estados Unidos, y son andaluzas las aceitunas recortadas que sirven en las pizzas".

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