Cádiz

Costas autoriza un centenar de chiringuitos en las playas gaditanas

  • Todos los municipios costeros, excepto Puerto Real y Vejer, contarán con instalaciones este verano · Los empresarios prevén una facturación de casi 30 millones en un negocio que genera 2.500 empleos

Lejos de engrosar la lista de especies en peligro de extinción, los chiringuitos mantendrán su presencia este verano en la franja costera de la provincia de Cádiz, como un elemento más casi tan importante como la arena, el mar y el sol. Resulta difícil imaginar las playas sin esos tradicionales establecimientos que hace dos meses estuvieron en la picota cuando el secretario general del Mar del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, Juan Carlos Martín Fragueiro, hizo saltar las alarmas con unas declaraciones en las que apuntaba que los chiringuitos debían adaptarse a la Ley de Costas y por tanto, situarse fuera de la arena.

La polémica tuvo un mes de recorrido hasta que quedó zanjada y en cierto modo sirvió de acicate a los empresarios de este subsector que este año han renovado energías y están ultimando la instalación más un centenar de chiringuitos en las playas gaditanas, una cifra similar a la que se viene contabilizando en el último lustro.

La Demarcación Costas Andalucía Atlántico-Cádiz ha dado el visto bueno a chiringuitos en 14 de los 16 municipios gaditanos salpicados por el mar (no ha habido solicitudes en Puerto Real y Vejer). El límite de superficie está marcado entre un mínimo de 20 metros cuadrados y un máximo de 150. Todos tienen autorización temporal y deben ser desmontables, a excepción de dos que con el título de concesión en vigor: La Marina, en La Línea; y El Sardinero, en Chipiona. Chiclana, uno de los enclaves turísticos más potentes de la provincia, se lleva la palma con 16 establecimientos en la arena.

Estas instalaciones vinculadas a la época estival forman parte del paisaje costero de la provincia y no se limitan a aportar un valor añadido a la oferta turística. El factor económico juega también un papel fundamental: genera más de 2.300 empleos directos y un buen puñado de puestos de trabajo indirectos y si la temporada es buena la facturación se puede acercar a los 30 millones de euros. Eso es al menos lo que esperan los empresarios.

Las condiciones establecidas por Costas para autorizar estas instalaciones apenas han variado respecto a las últimas temporadas. La única modificación destacable ha sido el aumento de la fianza que deben abonar los adjudicatarios: 1.200 euros, el doble de la cantidad fijada hasta ahora. Esta subida no ha gustado a los promotores, como señala Antonio Galván, secretario de la Asociación de Empresarios de Playas de la provincia de Cádiz, que se queja de los costes que conlleva la adjudicación de los chiringuitos. "A la fianza establecida hay que sumar los gastos de montaje y desmontaje y la cuota que impone cada municipio, que en algunos casos puede llegar a alcanzar los 24.000 euros, una cifra importante que requiere un gran esfuerzo".

Con el incremento de la fianza Costas pretende 'incentivar' a los adjudicatarios para que desmonten sus chiringuitos una vez que concluya la concesión temporal, ya que el año pasado siete instalaciones permanecieron en su enclave pese a haber expirado el plazo y cinco de ellas siguieron ofreciendo sus servicios sin contar con la autorización pertinente. La resistencia de algunos adjudicatarios quizás obedezca a que resulta más económico perder la fianza que el desembolso que supone el desmontaje de los establecimientos: unos 12.000 euros, según la estimación de los empresarios de playas.

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