El comité de empresa de la compañía Tranvías, encargada del servicio urbano de autobuses en los municipios de Cádiz y San Fernando y del servicio interurbano entre ambas localidades, ha denunciado que la empresa les obliga a "apretar el acelerador".

Explican que la empresa ha reducido a los conductores el tiempo de los recorridos que realizan al comienzo y finalización de los servicios de transporte. Unas pautas que, señalan, implica un consiguiente riesgo para los usuarios y los propios trabajadores, al obligarles a ir más rápido.

Desde el comité de empresa se ha explicado que, cuando acaban de firmar el convenio colectivo que ha supuesto más de nueves meses de negociaciones, "a penas una semana después de la paz social en la empresa la dirección de la misma ha abierto un nuevo frente de conflictividad con la plantilla de trabajadores recortando unilateralmente las condiciones de trabajo de los conductores".

Al respecto los representantes de los empleados han señalado que, dada la situación, y si la empresa no rectifica, según adelantan, "nos veremos obligados a presentar un conflicto colectivo contra la empresa el próximo mes de febrero".