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Cádiz

"No nos sentimos respaldadas por el Ayuntamiento"

  • Mujeres víctimas de violencia de género y en exclusión se han unido "para luchar juntas" Aseguran que lo que quieren es poder trabajar y no vivir de la caridad

Se sienten impotentes, indignadas, "más que desesperadas. Porque esto no es vivir". Un grupo de siete mujeres víctimas de violencia de género y otras cuatro en exclusión social se han unido "para luchar juntas, porque individualmente no nos hacían caso".

Su lucha comenzó al acabárseles el pasado mes de febrero el contrato de tres meses del Plan de Inclusión a través del Empleo, enmarcado dentro del Programa de Ayuda a la Contratación de Andalucía. "Estuvimos trabajando en Jardines y el último día de trabajo, nos reunimos e hicimos un escrito al Ayuntamiento porque por tres meses sólo habíamos cotizado 18 días, y eso no nos da derecho a nada", explican.

Estas mujeres interrumpieron el pleno municipal del mes de abril y consiguieron que el alcalde se reuniera con ellas. "Nos dijo que no nos preocupáramos, que él iba a ser nuestra voz y que iba a hablar con todas las administraciones para que nos apoyaran en nuestra situación precaria. Luego hemos tenido citas con Ana Fernández y Ana Camelo, pero sólo nos han hecho promesas que no se han cumplido", relatan.

Ellas recibían una ayuda por parte del Ayuntamiento del 90% del alquiler. Cuentan que "en una reunión con Asuntos Sociales, nos dijeron que teníamos edad para trabajar y al poco tiempo nos llegó una carta informándonos de que nos bajaban la ayuda al 75% sin dar más explicaciones". En ese momento, intensificaron su lucha, acudiendo a todos los plenos y entregando escritos en el Ayuntamiento. "Al ver que no nos daban solución, nos pusimos en contacto con los partidos de la oposición y ellos llevaron al pleno de julio que se volviera a subir la ayuda al 90%, además de realizar un curso integral de trabajo continuo y revisar nuestro caso de manera integral. Pero a día de hoy, seguimos con la ayuda del 75% y, encima, nos pagan con retraso. Dicen que están al día con los pagos pero no es verdad. Pagan con retraso las ayudas al alquiler y las de emergencia para los alimentos", afirma una de ellas mostrando la cartilla del banco y los recibos. Varias de estas mujeres han sido denunciadas en los juzgados por el impago del Ayuntamiento y tienen cartas de los propietarios de las viviendas informándoles de que no les van a renovar el contrato del alquiler de unas casas que, en algunos casos, se encuentran en estado ruinoso.

Una de ellas, víctima de violencia de género, cuenta que se vino a Cádiz huyendo de su agresor y tras pasar por una casa de acogida, alquiló un piso. "Me metí en lo primero que encontré: un bajo sin luz, con una cama en la que duermo yo con mis dos niños. Las aguas fecales de los vecinos me salen por la ducha y en el Ayuntamiento me dicen que busque una casa mejor, que me pagan el 75%. Pero no encuentro a nadie que quiera alquilarme nada sabiendo que tengo la ayuda del Ayuntamiento, porque no paga. De hecho, a día de hoy me deben dos meses. El alcalde me dijo que deberían haberme dado una excepcionalidad por mis circunstancias, porque soy víctima de violencia de género, tengo una orden de alejamiento, estoy en riesgo de exclusión social, parada y con dos menores a mi cargo. Pero parece que esto no es suficiente para que me la den, según me han dicho en los Servicios Sociales. Y encima nos dicen que estamos poniendo nuestra situación como excusa para tener privilegios".

Otra señala que el alcalde "nos dijo que iba a poner unos bonos sociales, pero esos bonos no existen. Cuando vamos a los Servicios Sociales a pedir ayuda para pagar la luz y el agua, nos dicen que nos vayamos a Cáritas, Valvanuz o cualquier entidad benéfica".

Estas mujeres aseguran que lo que quieren es trabajar para poder vivir dignamente. "Si nos hubieran renovado el contrato de Jardines no estaríamos así. Si pudiéramos trabajar, no acudiríamos a ellos. A nosotras no nos gusta vivir de la caridad y estar todos los días pidiendo. Y encima, no tienen humanidad en el trato", se lamenta una de las mujeres, quien afirma: "No nos sentimos respaldadas por el Ayuntamiento. Dicen que están con nosotros y es mentira".

Varias de ellas comentan que tienen estudios y han estado años trabajando, alguna hasta sabe varios idiomas. "Pero por nuestras circunstancias, hemos tenido que dejarlo todo y empezar de nuevo aquí. Yo tenía un trabajo fijo, pero no puedo volver donde está mi agresor, y estoy buscando cosas en la basura y pidiendo para poder vivir. ¿Qué culpa tengo yo de que me haya pasado esto?", lamenta otra de estas mujeres.

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