El proyecto de la clínica que se pretendía instalar en el edificio de oficinas situado en el antiguo complejo industrial de Altadis está más en el aire que nunca porque el Ayuntamiento se ha negado a cambiar el uso del inmueble, actualmente industrial.

Esta clínica hospitalaria está impulsada por el Grupo López Cano y Pedro Caro Oculsur, que actualmente gestionan la Clínica Astarté. Sus inversores ayer no salían del asombro por la decisión tomada por el Ayuntamiento "cuando estamos hablando de un proyecto que es cien por cien gaditano y que va a crear puestos de trabajo", aseguraba el gerente de la clínica, Antonio López Sifferle, que es hijo del doctor López Cano.

Una de las consecuencias directas es que los inversores pueden perder una ayuda de un millón de euros de la Agencia Idea "que dependía del acuerdo político. Este es un dinero que iría a este proyecto, pero también hay que verlo como que es un dinero que va a perder la ciudad".

La Zona Franca de Cádiz ya era consciente de que tenía que solicitar el cambio de uso para la oficina, ya que todo el antiguo complejo tiene la consideración de industrial. En este sentido, al dividir toda la parcela para distintas empresas, la idea del Consorcio estatal era la de que el suelo adquiriera el uso que tiene el resto del recinto fiscal, es decir, el de actividades económicas, que es algo mucho más generalista. Hay que tener en cuenta que la Zona Franca extendió el recinto fiscal al suelo de Altadis una vez que se hizo con su propiedad.

Antonio López Sifferle no entiende la decisión que ha tomado el equipo de Gobierno municipal "porque ese edificio no puede tener un uso industrial".

El gerente de Astarté también se mostró muy molesto porque en todo este tiempo, ni el equipo de Gobierno ni en concreto el delegado de Urbanismo "ha querido recibirnos para que le pudiéramos explicar el proyecto, a pesar de que lo hemos solicitado en varias ocasiones".

¿Esto significa que se renuncia al proyecto del hospital? La respuesta del hijo del doctor López Cano es un rotundo no: "Vamos a tratar de que Martín Vila entre en razón y vamos a luchar hasta las últimas consecuencias por el proyecto, porque creemos que está muy bien pensado y es completamente gaditano".

El grupo inversor también colgó un mensaje en la red social Facebook en el que pedía disculpas a todas las personas  que habían enviado sus currículos y anunciaba que "aquel que piense que vamos a cejar en nuestro empeño, se equivoca".

El proyecto suponía la mayor operación en cuanto a equipamiento sanitario que se ejecuta en la capital en las últimas décadas, tras el frustrado plan de la Junta de construir un Hospital Regional en los terrenos de la Aeronáutica. 

La inversión inicialmente prevista era de tres millones de euros, debido a la amplitud del edificio, con una superficie de unos 3.500 metros cuadrados, y los numerosos servicios que allí se tenía previsto ubicar.

La previsión era que el complejo médico dispusiera de 25 habitaciones para facilitar la larga estancia de los pacientes, contándose igualmente con un servicio de paritorio. 

El hospital tendría al menos cuatro quirófanos, aunque aún se estaba cerrando el diseño definitivo del centro, que contará con una Unidad de Cuidados Intensivos y con todas las especialidades médicas más demandadas por los usuarios. Todo ello se completaría con una área ambulatoria.

En cuanto a los puestos de trabajo que estaban previsto crear, al nuevo centro de Altadis se iba a proceder el traslado de los 60 empleados que ahora prestan su servicio en Astarté y a ellos se les sumarían entre 40 y 60 trabajadores más en su fase de inicio y con vistas a crecer en el futuro.