A pocas semanas de cumplirse cuatro años desde la clausura de la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, que puso un brillante colofón a las celebraciones del bicentenario de la Constitución de 1812, el edificio de referencia de esta conmemoración y del propio constitucionalismo español, ha dado la espalda de forma definitiva al Doce y a su propia historia.

El control absoluto que sobre el uso y gestión del Oratorio de San Felipe Neri mantiene el Obispado de Cádiz ha borrado todas las huellas del relevante papel que el histórico templo tuvo durante la elaboración de la primera Constitución española, y que convirtió a Cádiz en la capital de un país ocupado por las fuerzas francesas.

Una detenida visita al templo, que fue salvado de una inminente ruina por los millones aportados por la Junta de Andalucía gracias a los cuales se recuperó el viejo esplendor del edificio, alerta de la ausencia de referencias en su interior sobre todo lo vivido en 1812.

El templo se encuentra en perfecto estado de conservación. Apenas unos desconchones, muy reducidos en tamaño que en todo caso habría que eliminar para evitar su extensión, pero todo el conjunto está tal y como quedó tras la rehabilitación emprendida por la Junta de Andalucía.

Tras abonar los 3 euros que cuestan la entrada (para todos, incluso para los nacidos en Cádiz que, curiosamente, están exentos del pago cuando se acude a la Catedral), se comprueba que no hay ningún tipo de folleto. Y como en la mayor parte de los equipamientos culturales y turísticos de la ciudad tampoco hay material de recuerdo para comprar. Sólo en el boleto de la entrada se hace referencia del Doce.

Toda información que se busca se limita a los paneles instalados a lo largo de todo el templo, tanto en las capillas laterales como en el altar mayor. Paneles en madera, muy cuidados y elegantes al integrarse bien en el conjunto, aunque únicamente escritos en castellano. Es posible escuchar un audio que, a veces con un lenguaje empalagoso, explica todas las piezas que componen el altar. Igualmente en uno de los laterales funciona un vídeo que recorre el proceso de construcción y la propia historia de la iglesia... aunque ignora totalmente el papel relevante que tuvo durante la discusión y elaboración de la Constitución de 1812.

Así, ni un folleto, ni un papel, ni una referencia en el audiovisual sobre la Constitución de La Pepa. Más aún, el retorno de la gestión del Oratorio a mano de la Iglesia, que ha ido acompañada por la celebración de numerosos actos, fundamentalmente conferencias, de temática estrictamente religiosa, provocó la eliminación de la proyección del audiovisual que sobre la Constitución se reflejaba en las paredes del templo y que era una de las grandes atracciones de la visita al misma.

La supresión de este vídeo ya provocó las protestas de la Junta de Andalucía, pues suponía el broche final de la visita al vecino Centro de Interpretación del Constitucionalismo.

El Obispado destacó en su momento su disposición a seguir con esta proyección, afirmando que no había podido cerrar un acuerdo en este sentido con la administración regional. Ésta, por su parte, indicó que el Obispado pretendía gestionar directamente todo el equipo técnico que era propiedad de la Junta, así como los tiempos y los días de emisión de este vídeo.

Curiosamente, el final del recorrido del Centro de Interpretación es una puerta que conecta con el Oratorio y donde se invita a ver la fallida proyección.

Ya en 2015 la Iglesia se defendió de las críticas por la nula utilización del Oratorio como el principal referente de la Constitución en Cádiz, indicando que el edificio se había reformado con dinero de los impuestos de todos los gaditanos, "entre ellos los católicos", y que al ser un BIC debía colaborar en su mantenimiento. En aquel momento se especificó que se habían cumplido todos los acuerdos del convenio que ambas partes firmaron para el uso del edificio durante el 2012.