Cádiz

El sitio de Milan Radolovic

  • Mar y Monte, un original restaurante situado junto a la carretera de Roche, logra captar la atención del público con una oferta que pasa, con platos generosos, por las carnes a la parrilla, las verduras cultivadas en su propio huerto y las pizzas hechas en horno de leña

A  Milan Radolovic no le gustan ni los platos pequeños ni la cocina que enmascara el producto. Le gusta que las cosas sepan a lo que son y todo servido con generosidad. No es una persona convencional. Es alto, amable, con el pelo recogido hacia atrás en una pequeña coleta, apasionado de su trabajo y un maestro en el uso de la parrilla, un artilugio que confiesa que ha aprendido a manejar por sí mismo. De hecho su primer contacto con la cocina profesional fue cuando llegó a Conil hace tan sólo unos años y desde su Croacia natal. Un desengaño amoroso le trajo hasta aquí. "Me quedé en Conil porque es lo más parecido que he encontrado a mi tierra natal".

Cumplirá 50 años el próximo mes de julio y en noviembre de 2014 puso en marcha Mar y Monte, con una fórmula parecida a la que le había dado éxito en otro sitio que tuvo anteriormente con otro socio, El Caserío. Mar y Monte es un sitio grande, con la ampliación que acaba de hacer hace un par de semanas, tiene capacidad para unos 300 comensales.

 

Lo mejor, sin duda alguna, es comer en la nueva terraza comedor que acaban de poner en marcha en la trasera de su establecimiento, con árboles en medio de la estancia, con un techo de cañizo. Las mesas y las sillas son todas recicladas, de madera, como las de un comedor de una casa de hace 20 años. El suelo es de albero y todavía están terminando de construir una barbacoa que estrenarán en unas semanas y que estará dedicada a asar pescados y mariscos.

 

El establecimiento saluda a los clientes con un gran cartel situado al lado de la carretera de Roche, en El Colorao, Conil y en el que Milan aparece con un gran lomo de ternera que parece que está tocando con un cuchillo como si fuera un violín. A un lado del cartel una bandera de España con una versión libre del toro de Osborne y al otro la bandera de Croacia. El aparcamiento está lleno de coches. Si vas un fin de semana o en verano cualquier día de la semana lo mejor es reservar porque el sitio suele estar atestado.

 

A la entrada el establecimiento macetas con plantas aromáticas y lo primero con que te encuentras al entrar por la puerta es una llamativa exposición de verduras. La mayoría son del propio huerto de Milan "y cuando nos falta pues es de kilómetro uno, como le llamamos nosotros porque viene de los huertos que están cercanos al restaurante".

 

Debajo de las verduras un expositor frigorífico con las carnes de la casa, otra de las estrellas del establecimiento. Tienen retinto, ternera asturiana, avileña y en ocasiones también carne de vaca frisona. "A veces traemos también carnes de Dinamarca o de Alemania porque también son muy buenas". La ternera la venden cuando tiene entre 15 y 20 días de maduración y si es vaca, el tiempo de reposo sube hasta los 60 días.

 

Milan es el que maneja la parrilla y sólo él es el que se encarga de los chuletones, unas piezas, con hueso incluido que nunca están por debajo de los 800 gramos y que pueden llegar hasta los dos kilos. En la parrilla todo está estudiado. Emplea hasta cuatro tipos de leña diferentes para alimentar el fuego: encina, acebuche, olivo y madroño. Señala que mezcla los cuatro "porque cada uno le aporta unas características".  Explica que, además, cuenta con tres zonas de parrilla, fuego alto, fuego medio y bajo "y vamos jugando con unas y otras". Entre él y su personal manejan cinco metros de asador. Además de las carnes de ternera también tienen cerdo ibérico "que traemos de Sánchez Romero Carvajal y que asamos en piezas enteras sin filetear, para que no pierdan su jugosidad, y pescado, filetes de pargos o de corvina".

 

Pero los platos de carne no sólo tienen muchos adeptos por su calidad, sino también por la guarnición, una generosa ración de verduras asadas donde no faltan zanahorias cortadas en láminas, brócoli, calabacines, coliflor, setas, berenjena y un trozo de patata asada. No hay papas fritas. Milan señala que para lo único que usamos la freidora es para las croquetas de la casa, de las del puchero.

 

Para tomar antes de la carne sirven algunos aperitivos como un carpaccio de solomillo de retinto, que cortan cuando lo pide el cliente, o rosbif, una manera inglesa de preparar la carne que consiste en servirla asada y cortada en finas lonchas. También cuentan con revueltos, pero la gran estrella, la que no falta en casi ninguna de las mesas, es la espectacular ensalada de la casa, un plato de dimensiones descomunales en el que vienen hasta una decena de verduras diferentes: varios tipos de lechugas y hojas verdes, varios tipos de col, zanahorias, remolacha... La composición varía en función de la temporada o de lo que hayan traído del campo. El plato se complementa con un poco de queso fresco de cabra muy picado y la vinagreta, otra de las joyas del establecimiento, una mezcla de aceite con miel de Conil, vinagre y zumo de naranja y limón.

 

El sitio es de esos perfectos para ir en familia porque hay cosas para todos. Los que no sean carnívoros pueden optar por una parrillada de verduras o la segunda atracción del establecimiento, las pizzas realizadas en un horno de leña que alcanza los 300 grados de temperatura y que tiene las pizzas listas en poco más de tres minutos. Son delgadas, pero de masa con un toque crujiente. Aunque son generosas de tamaño se comen con facilidad porque no resultan pesadas. Las hay para vegetarianos y Milan señala "que le ponemos ingredientes de los buenos, Jamón York de verdad y queso italiano y champiñones y setas frescas". Para hacerlas cuentan con dos cocineros italianos.

 

El establecimiento cuida hasta los últimos detalles, como el pan. Lo traen del País Vasco y lo hornean en el establecimiento. Lo sirven en grandes rebanás, todavía templado y aliñado con aceite especiado. 

 

Para el postre, el Tiramisú de la casa o unos flanes que elaboran de distintos sabores.

En tu mesa o en la mía, la propuesta de Gourmet Cobos Catering y el cocinero Mauro Barreiro 

Gourmet Cobos Catering, la conocida empresa dedicada a las celebraciones con sede en Jerez, y el cocinero afincado en Puerto Real Mauro Barreiro (La Curiosidad de Mauro) han llegado a un acuerdo para adentrarse en lo que llaman catering de autor, celebraciones en las que los menús estarán diseñados por este cocinero considerado uno de los más vanguardistas de Andalucía. Además ambos han creado también un original producto que han bautizado con el nombre de 'En tu casa o en la mía'. El producto consiste en que el cliente elige dónde celebra una cena o un almuerzo que se encarga de preparar en el mismo sitio donde se celebra Mauro Barreiro. Se puede hacer para grupos pequeños, entre 8 y 12 personas y el cliente puede elegir entre realizarlo en su propia casa o en una vivienda que tiene Gourmet Cobos Catering en Jerez. Más información en la página web de Gourmet Cobos Catering.

Romerijo obtiene el sello que garantiza que sus langostinos son de Sanlúcar

La firma con sede en El Puerto y que tiene establecimientos en esta misma ciudad y en Cádiz ha sido la primera firma de fuera de Sanlúcar que ha logrado el sello de calidad otorgado por la Cofradía de Pescadores de la localidad y que garantiza que los establecimientos que lo tienen utilizan langostino de Sanlúcar cuando anuncian este producto. Romerijo ofrecerá los langostinos con este sello de calidad en sus establecimientos y también en su página web que opera en toda España. La firma es la primera que logra este sello en internet, después de la página de la propia cofradía. El sello ya lo tienen también todos los restaurantes situados en la zona de Bajo de Guía, en Sanlúcar.

Verbena, nuevo café bar en la zona comercial de Vista Hermosa

La próxima semana tiene previsto abrir en el centro comercial de Vistahermosa Verbena, un establecimiento que ponen en marcha Nacho Moreno Cuñat y Paloma Puya, los creadores del famoso personaje 'Falsarius Chef', el cocinero de las latas. El local está situado en la primera planta del centro comercial de Vistahermosa, frente a Plato al Centro, y cuenta con un salón con mesas y luego una terraza con excelentes vistas a la Bahía. Se podrá comer de tapas y de pintxos, al estilo del País Vasco, y también habrá platos. Los propietarios señalan que en el bar habrá una cocina "auténtica y con los toques gamberros de Falsarius". Precisamente acaban de publicar un nuevo libro del personaje, titulado Falsarius Chef, el rey de las latas. El volumen, con más de 70 recetas y textos de humor, ya está en las librerías.

Los calamares fritos de potera de La Despensa de Cádiz

A veces las cosas sencillas son la que resultan más apetitosas. Este es el caso de los calamares de potera fritos que ponen en el restaurante La Despensa de Cádiz (frente a la playa de Santa María del Mar). Son calamares de potera, que se cogen cuando esta animal está nadando. Se caracterizan porque tienen un levísimo sabor dulce, de hecho también se les conoce como calamares dulces. Pero si la materia prima es buena, no se queda atrás la fritura del establecimiento, rubia y crujiente.

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