Hay embarcaciones que se utilizan para el transporte y descarga de drogas o para el contrabando de tabaco. También puede serlo para una especie marina protegida, la holoturia, o como se conoce popularmente en la capital gaditana, el carajo de mar.

Esto ocurrió ayer cuando la Policía Local intervino diez cubas con un peso total de 200 kilos de holoturias. Todo surgió a través de una llamada ciudadana a la centralita de la Policía Local por la que se alertaba de la existencia de una embarcación que estaba descargando los llamados carajos o pepinos de mar que eran subidos mediante cuerdas por la muralla para depositarlos posteriormente en un vehículo estacionado en el aparcamiento de pago del Campo de Balas.

De este modo, una patrulla de agentes decidió personarse en el lugar y localizó el vehículo, que se encontraba cerrado y cargado con los ejemplares de holoturias en cubas con agua en el interior del turismo. Sin embargo no había ninguna persona en el interior ni en las inmediaciones que hiciera ver que pudiera ser el propietario o el usuario del coche.

Tras realizar las gestiones pertinentes, los funcionarios policiales localizaron en su domicilio al titular del vehículo, resultando ser J.P.S., que reconoció los hechos y accedió a abrir el vehículo para retirar la mercancía que aún se encontraba viva.

Los agentes contactaron con personal del Grupo Charly de la propia Policía Local que presta servicio en la playa para que con un vehículo tipo Rhino trasladasen las holoturias hasta una embarcación colaboradora, que fue la que procedió a su devolución al mar. El autor de los hechos ha sido denunciado por marisqueo.

El consumo de este producto no está muy demandado en las costas gaditanas pero sin embargo sí encuentra una gran salida en el mercado asiático que tienen platos específicos con esta especie protegida. El pasado mes de abril se incautaron de otros 150 kilos en la playa de La Caleta.