Se puede decir que son las dos calles principales del centro de la ciudad. Al menos están en el Top 5, aunque una destaca por encima de la otra en materia comercial. Ancha se ha quedado atrás con respecto a Columela, la Milla de Oro del comercio gaditano. Las franquicias que apuestan por Columela (y por el paréntesis que en esta calle hace El Palillero) no lo hacen por Ancha, a pesar de encontrarse una a escasos metros de la otra. De hecho, en esta calle cerró Caramelo en la esquina con San José y Bimba y Lola se trasladó, hace muy poco, a Columela. Aquí se juega a seguro. Actualmente sólo hay un local libre de los 48 que existen. Se trata del que hasta no hace mucho ocupó la franquicia de zapatos Marypaz, que cerró su tienda después de entrar en preconcurso de acreedores (mantiene abierta la de Ana de Viya, 4) en el mes de abril. Poco durará con la baraja echada. Ya se han interesado por el mismo muchas personas, que van y vienen visitando las instalaciones, fotografiando la fachada o tomando nota del teléfono al que acudir para alquilarlo. Por ello, Columela estará de nuevo con todos los locales ocupados. Es la calle más atractiva para montar una tienda.

En diferentes condiciones se encuentra la calle Ancha. En cualquier capital de provincia sería una vía por la que se pelearían las grandes franquicias, principalmente de moda. No es así. Curiosamente es un enclave donde la mayoría de los comercios son de pequeños empresarios, algunos de ellos gaditanos del sector tradicional. Baste decir que en lo que fue Óptica Malet, en la esquina con Sagasta, se proyecta una tienda de frutos secos de la firma La Barraca, acabando, según puede verse tras la malla que cubre la fachada (entera en obras), con el amplio escaparate que Malet siempre lució. De los 43 locales comerciales, se encuentran cerrados cinco y otro se clausurará en breve. Los cinco son el que hace esquina con San José donde hasta hace poco se vendían frutos secos, el amplio local que ocupó la firma de moda Caramelo en la esquina contraria, la zapatería Nicolás, el que tuvo como inquilina a la empresa Bimba y Lola y un pequeño establecimiento frente al Palacio de Mora. Hay otro a punto de echar el cierre: la tienda de ropa infantil Miel. Se encuentra en liquidación por traslado, según se anuncia en su escaparate. 

Por contra, la calle ha ganado en oferta hostelera con la apertura de la cafetería La Fábrica, que se une a la heladería Los Italianos, el bar Liba, la cafetería Chamara y la panadería-cafetería Panaria. Además, El Armador Casa Palacio, que abrió en Ancha apartamentos turísticos, proyecta reabrir en el bajo la que fue la cafetería del Casino Militar. 

Tampoco andan muy boyantes los alrededores de la calle Ancha. Basta comprobar, como ejemplo, que en el corto trayecto de San José que la une con la plaza de Mina hay hasta cinco locales cerrados. En el tramo hasta Rivadavia, los que fueron una cafetería y una tienda de regalos. Y desde la esquina de San Pedro, una óptica, una tienda de ropa y otra de regalos. La prolongación de Ancha hasta El Palillero, Novena, no mejora la situación. En el tramo hasta la confluencia de Barrié y Valverde se ha quedado libre el local que en su día fue Discos Parodi y en el que hasta hace escasas fechas estaba la zapatería La Pepa, que se ha trasladado a Compañía. Enfrente, una tienda que vendió ropa de niños y que por último fue una galería de arte donde se vendían cuadros.  

José Domingo Prieto, gerente de Cádiz Centro y miembro de Fedeco (Federación Provincial de Comercio de Cádiz), estima que la situación de Ancha “tiene mucho que ver con los precios que piden por los locales”. Admite que Ancha “se ha quedado atrás, perdiendo el atractivo que tenía, y Columela sigue siendo un referente”.