No se olvida de ninguno. El pequeño, de apenas dos años y medio, llega al 'cole de los abuelos' y abraza uno por uno a los mayores de la 'clase'. Ya los conoce. Son varias las veces que, junto a sus compañeros de la guardería Doña Popi ha ido al centro para personas de tercera edad de Adema, ambos en el centro de la ciudad, a compartir unas horas.

La imagen bien puede describir lo que está logrando el proyecto 'Estos maravillosos años', una iniciativa pionera que trata de unir a dos generaciones en el punto que ambas tienen: el presente. No se trata de una visita sin más. Desde hace algunas semanas, y con la idea de hacerlo hasta final del curso escolar, niños y ancianos están compartiendo espacio, actividades y sobre todo viviendo unas emociones que ni sus organizadores pensaban.

Patricia Pedrero, psicóloga de Adema, asegura que "está siendo algo maravilloso". "No hemos encontrado ningún rechazo, al contrario, estamos viendo emociones básicas que muchas veces olvidamos y que ellos nos han recordado, como son la protección, la bondad, la alegría, ayudar al otro...", comenta. En los encuentros, todos se sienten en su lugar, "se sienten a gusto".

En el 'cole de los abuelos', como llaman los pequeños a las instalaciones donde acuden un rato cada miércoles, están trabajando juntos las mismas fichas que hacen en la guardería, han realizado una clase de música y movimiento con la asociación Aula Sonora y en breve harán una jornada de repostería navideña a laque sumarán más y más ideas que están viniendo a la cabeza de los tutores.

Y es que, aunque en principio no se habían planteado ningún objetivo, la respuesta obtenida les está ilusionando aún más si cabe con 'Estos maravillosos años'. "Sabíamos que podía ser una mezcla bonita pero ha sido más de lo que esperábamos. La persona cuando se hace más mayor vuelve a su etapa primera y por eso tienen muchos puntos en común y comparten lo único que tienen: el presente", explicaba Sonia Cabello, encargada del proyecto y del centro de educación infantil.

El intercambio hasta el momento deja claro que los prejuicios no caben entre ellos. "Los niños reconocen así la utilidad de las personas mayores y estos se sienten útiles", decía Patricia. "Muchas veces los mayores quedan aislados y se les ve como personas que no tienen validez", añade Sonia, pero esta iniciativa rompe con todo eso. "Tienen mucho que aprender los unos de los otros".

Si tuvieran que elegir qué generación está disfrutando más de la experiencia no sabrían decantarse. "Pensábamos que iban a ser los mayores los que más se iban a nutrir, pero me he dado cuenta que los niños se lo están pasando muy bien y que les llama la atención la tercera edad", incide la educadora. "Uno de nuestros residentes me dijo el primer día que la clase le había traído muchos recuerdos y que se había apenado un poco, pero en las siguientes sesiones me ha dicho que esa sensación ha desaparecido. Que entra y sale con alegría y que le hace sacar al niño que lleva dentro", explica la psicóloga.

Tanto Doña Popi como Adema recuerdan que han sido varios meses de preparación de este proyecto, que es pionero en España. La idea surgió a través de los padres de un niño de la guardería, que vio un vídeo en Youtube sobre una experiencia similar que se había hecho en Seattle (Estados Unidos) y lo propuso. Ahora 'Estos maravillosos años' (cuya andadura se puede seguir a través del blog estosmaravillososaños.blogspot.com.es) sigue dejando momentos inolvidables para los tutores, los niños y los ancianos, como la entrada de ese pequeño mostrando todo su cariño al volver a ver a sus compañeros del 'cole de los abuelos'.