El equipo de Gobierno se llevó un revés por parte de la oposición al aprobar una moción del PP para que se agilicen los proyectos de construcción del aparcamiento subterráneo de la plaza de Sevilla y del jardín colindante a las murallas de Santa Elena. Una decisión, que contó con el apoyo de Ciudadanos y la abstención del PSOE, contraria a las intenciones municipales.

El edil de Urbanismo, Martín Vila, defendió en el debate que la puesta en marcha del parking por parte de Emasa la "llevaría ahora a la ruina". Esta afirmación se sustenta en el estudio geotécnico, que eleva el coste de las obras a unos ocho millones de euros, frente a los 4,9 millones estimados en un principio. Además, sacó a relucir que el subterráneo condicionaría "la movilidad sostenible" en la ciudad.

Por parte del PP, Ignacio Romaní invitó al Gobierno local a que ejecute el proyecto, asegurando que es viable al pagarse "el 50% con la financiación y el otro 50% con la gestión del parking". Además, puso en cuestión los datos aportados por Vila sobre el presupuesto final de la construcción, ya que el resultado del estudio geotécnico "tiene que verlo el arquitecto" para determinar su precio. Por ello, le solicitó al primer teniente de alcalde que "renegocie con la entidad bancaria" el crédito que ya ha sido concedido al Consistorio.

Fran González, del PSOE, argumentó la abstención de su grupo por la situación económica de Emasa, por lo que consideró que la construcción del aparcamiento lo debe realizar una empresa privada. El portavoz de Ciudadanos, Juan Manuel Pérez Dorao, señaló que "el equipamiento es bueno y necesario por la puesta en marcha del -segundo- puente".