Las cuentas provincializadas del Gobierno sobre lo que va a suponer la bajada de impuestos a través del IRPF apuntan a que en Cádiz la devolución por declarante será de unos 336 euros.

El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas calculó este impacto teniendo en cuenta la tarifa aprobada por la Comunidad Autónoma para 2015 en su tramo autonómico y la nueva tarifa estatal aprobada tras el RD-L 9/2015, de medidas urgentes para reducir la carga tributaria soportada por los contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y otras medidas de carácter económico.

La reforma fiscal supone una inyección de 124 millones de euros para los 451.335 declarantes de la provincia de Cádiz, con una devolución media de 275 euros para cada contribuyente.

Esta rebaja de impuestos ya la han podido comprobar los trabajadores con nómina este mes. En este concepto se supone que la mayor liquidez ha puesto diez millones de euros más en circulación, que se espera se dedique al consumo. El impacto de la segunda fase de la reforma, que se aplicará en 2016, debe ser aún mayor, alcanzándose el incremento hasta los 28 millones de euros, con una devolución media de 61 euros por declarante.

De esta forma, en el periodo 2015-2016, la reforma del IRPF habrá supuesto en la provincia de Cádiz 152 millones de euros, que es donde se desprende la cantidad de una devolución media de 336 euros por declarante.

El impacto total de la reforma fiscal supondrá para la economía andaluza una inyección de 863 millones de euros en 2015 para sus 3.253.628 declarantes, lo que supondrá una devolución al bolsillo de los andaluces de 265 euros de media por declarante. En virtud de esta reforma, desde enero de 2015 aumenta la liquidez de las personas físicas a través de una importante reducción de las retenciones, de manera que los contribuyentes cuentan con más renta disponible desde principios de este año.

El objetivo de la reforma está, según Hacienda, en las rentas medias y bajas, que también fueron las que sufrieron el mayor impacto de la subida fiscal. En España, como consecuencia de la reforma, más de 1.600.000 personas van a dejar de tributar por el IRPF, de las cuales casi 750.000 asalariados que ganan menos de 12.000 euros no tendrán que soportar retenciones, cobrando su salario íntegro desde enero de 2015.

La reforma fiscal en dos fases va a suponer un ingreso total de 9.000 millones para los bolsillos de los españoles entre 2015 y 2016.