-¿Sería flamenco sin esos antecedentes familiares que tiene?

-Pues no lo sé porque no es el caso. He mamado el ambiente flamenco desde pequeño e influye el haberme criado en Jerez. Aunque conozco a primeras figuras que no vienen de familias de artistas. Influye pero no es determinante.

-¿Cuándo se sintió por primera vez artista?

-Nunca me plantee serlo. Fue poco a poco, a través de la familia. Y tuve que elegir si cantar o seguir en la empresa de telefonía en la que estaba. Cuando uno hace algo por vocación, es bueno en su trabajo.

-¿Qué se aprende cantando "desde atrás"?

-Es el bachillerato del cante. Hoy hay una exigencia muy alta para los cantaores de atrás: tienen que tener un repertorio amplio, adaptarse a otras voces y tesituras, combinar estilos, cuadrar los cantes...

-¿La responsabilidad es la misma que ser cabeza de cartel?

-Subirte al escenario siempre es una responsabilidad. Hay que intentar dar lo máximo, estés escribiendo una letra o en un recital de hora y media. Antes de cantar me persigno cinco veces y paso uno o dos días cuidando la voz porque al estar solo expones mucho más, no puedes camuflar los fallos. Tienes que sacar toda tu artillería.

-Se ha subido a varios escenarios internacionales. ¿Se valora fuera de otra forma el flamenco?

-En casa del herrero... Sobre todo en España y, si me apuras, en Andalucía. Fíjate que el Festival Internacional del Cante de las Minas, el más mediático que existe para el arte flamenco, se celebra en Murcia. En España cada pueblo tiene su festival pero no están organizados y no existe la entrega que hay, por ejemplo, en Francia con el de Mont de Marsan o el de Nimes. Lo digo desde el respeto pero hay que mirarse en los espejos que funcionan.

-¿Cómo le ha cambiado la vida ganar la Lámpara Minera?

-Nunca me he prodigado en concursos, han sido como poner guindas a mi trayectoria. Sí que había público que hasta entonces no me conocía cantando 'alante', pero al buen aficionado no le hacen falta concursos para valorar el flamenco. Ganar la Lámpara Minera me ha llevado por primera vez a estar en 10 o 12 festivales.

-¿Cómo ve ahora la escena flamenca de Jerez?

-Hay una gran cantera con Jesús Méndez o Melchora Ortega y nuevas generaciones que demuestran que en esta tierra las calles huelen a vino que da sabor a las gargantas. Es una quimera volver al flamenco de otros tiempos, hay que fijarse en lo que tenemos ahora: Enrique Remache, Los Mijita o Los Moneo empezarán a sonar fuerte. Tienen esa esencia de metales antiguos pero con la influencia de nuestra época. El cante de Jerez está en muy buen momento pero hay que saber diferenciar el grano de la paja.

-¿Dónde están los límites para innovar en este arte?

-No hay que ponerlos. La manera de enfocar algo en el arte está en función de los conocimientos que se tengan y hoy todos tenemos información con internet . El flamenco, además, se ha transmitido oralmente. Lo que conocemos ahora son interpretaciones que, según sus cualidades, los artistas le han dado con su empuje personal, sin calcar los cantes sino desde la propia cosecha. Y con sinceridad.

-Prepara un tercer álbum. ¿Nos puede adelantar algo?

-Será más atrevido que los anteriores, distinto en la instrumentación y con una temática concreta pero no quiero desvelar más. Ahora estoy preparando el primer disco en solitario de Melchora Ortega y sigo recogiendo los frutos de la Lámpara Minera y los discos anteriores. No paro de trabajar.

-¿Quién está apostando ahora realmente por los flamencos?

-No se puede luchar contra internet, no podemos estar como hace 20 años porque ya no se venden discos. El crowdfunding me parece una idea genial que se acerca a lo que estamos viviendo. Mi segundo disco se distribuye en plataformas digitales y cuando haces un recital consigues vender 20 o 30 copias y mostrar tu trabajo. Hay discográficas que estás interesadas en el tercer álbum y escucharé sus propuestas. Hoy el disco es un apéndice de tu currículum.

-¿Qué artistas han forjado la garganta con la que triunfa hoy?

-Caracol, Camarón, Mairena, Marchena, Morente... Y mi familia, que tiene un eco que se identifica. Nunca me he cerrado a escuchar, todo deja una huella.

-Y hoy Jueves Flamenco...

-En solitario será la segunda vez que actúe. El público de Cádiz me merece un gran respeto. Los gaditanos no se privan de dar un olé. Tengo muchas ganas de estar en los Jueves Flamenco.