El vano central del tramo atirantado del segundo puente se cerró ayer tras 28 meses de trabajos. Con un sol de justicia como testigo, la clave -la más pequeña de las 62 dovelas de que consta este tramo- empezó a ser izada en una maniobra que se prolongó varias horas y que pudo ser seguida con todo lujo de detalles a través de la web que ha dispuesto el Ministerio de Fomento para ver el estado de la obra en tiempo real. Aunque se especulaba con la posibilidad de que la ministra Ana Pastor acudiera a la ciudad para asistir a este momento histórico, finalmente la titular de Fomento no ha podido hacer un hueco en su complicada agenda.

Desde la antigüedad, la colocación de la clave en los vanos de los puentes era uno de los momentos más delicados. Ahora hay otros mecanismos de sujeción, como los tirantes, pero ni siquiera estos serían efectivos sin una clave bien soldada que cierre la estructura. Esta dovela tardará el doble en soldarse que el resto, porque hay que tener en cuenta que deberá trabajarse en sus dos lados a la vez.

"Hoy es un día muy feliz para mí -comentaba ayer tarde la alcaldesa de Cádiz-, porque es un día que esperaba desde hace años. Una vez subida la clave de la estructura sólo quedan dos dovelas en la orilla gaditana y una en Puerto Real. Teniendo en cuenta que el tablero de hormigón también va muy avanzado, creo que en unos 40 días se podrá decir que la estructura del segundo puente está terminada. Lo comenzó un gobierno del PP y lo acabará un gobierno del PP", sentenció.

La construcción del tramo atirantado, con una longitud de 1.180 metros y una luz entre los pilonos centrales de 540 metros (la mayor de España), era la fase más delicada de las que le quedaban a esta megaconstrucción, un reto sin igual al que han tenido que enfrentarse los ingenieros y que ha planteado múltiples dificultades. De hecho, siempre se ha dicho que la construcción del segundo puente es la de cuatro puentes en uno (el tramo atirantado, el tablero de Cádiz, el tramo desmontable y el tablero de Puerto Real) utilizando diferentes técnicas en cada uno.

Teófila Martínez recordó que cuando se licitaron las obras, en un ya lejano 2007, se habló de que finalizarían en 2011, "sin embargo dos grandes parones en el 2010 y el 2011 con el Gobierno de Zapatero lo impidieron porque no llegaba dinero. En los tres últimos años el Gobierno de Rajoy no sólo ha ido pagando lo que se debía sino que ha aportado liquidez para acelerar los trabajos de un puente que es un exponente del valor de la ingeniería española en todo el mundo. Como ejemplo basta decir que la clave, un proceso delicado, se ha colocado un Domingo de Ramos. Lo digo para los que hablaban de nuevos parones en algunas certificaciones por falta de dinero. Eso no se ha producido y espero que en verano el puente pueda estar terminado. Estoy muy contenta", dijo Martínez. Quiso hacer hincapié en que esta estructura servirá para dinamizar la ciudad y para crear más empleo. "En 1995 tenía la prioridad del soterramiento, porque había que preparar también a la ciudad para la llegada de este puente, pero ahora se culmina esta gran obra que está ahí y que ya puede verse, que no se va a poder borrar por mucho que a algunos les moleste o quieran quitarle importancia. El segundo puente es ya una realidad", concluyó.

Las cifras del viaducto gaditano entrarán a formar parte de los libros de ingeniería, con sus 185 metros de alto, 69 metros de gálibo, que es la altura sobre el nivel del mar y que le convierte en el segundo más alto del mundo, superando incluso al Golden Gate de San Francisco, que es el tercero, tres kilómetros de longitud, que se convierten en cinco si se le suman los viaductos de acceso a Cádiz y Puerto Real), 36 metros de ancho, 62 dovelas o 176 tirantes.

Una vez que se concluya el tablero en la orilla puertorrealeña, donde un carro de hormigonado va avanzando construyendo los voladizos para darles su anchura definitiva, llegará el momento del asfaltado, las pruebas de carga, la colocación de la señalítica, las luces y de las pantallas protectoras, todo ello antes de que el puente pueda abrirse al tráfico, algo que podría suceder en otoño de este mismo año. Las pruebas de carga se irán realizando conforme se vayan asfaltando los tramos para no perder tiempo.