La medida de aplicar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el Hotel Playa Victoria, uno de los de mayor prestigio de la capital gaditana con cuatro estrellas, ha supuesto un fuerte golpe para el sector turístico de la ciudad. Un emblema que, por motivos económicos, ha tenido que tomar una complicada decisión durante la temporada baja. Desde el pasado mes de noviembre y hasta el mes de abril, más de un tercio de la plantilla se está viendo afectada por la reducción de la jornada o su suspensión, algo que se volverá a repetir el próximo invierno al tener una vigencia de dos años.

El ERTE en el establecimiento de la empresa Zaragoza Urbana viene a sacar a relucir el problema de la estacionalidad del turismo en Cádiz, reflejada en las diferencias de ocupación que se dan entre el verano y el resto del año. Un aspecto que se mezcla con la situación económica del país, que ha afectado de especial manera al sector servicios. "Prácticamente todas las empresas estamos igual. El hotel que no ha cerrado es porque no está en la filosofía del empresario cerrar, pero llevamos ya siete años perdiendo dinero todos los inviernos", explicó ayer el presidente de Horeca, Antonio de María, para intentar dar una explicación a la situación que se abre, aunque destacó que los malos datos se deben más a la crisis que a las temporadas turísticas.

Son varios los motivos que pueden llevar a justificar la determinación de la empresa Zaragoza Urbana, mezclándose lo económico con lo estructural de este sector, aunque en Cádiz no es habitual que se tomen este tipo de medidas, como sí sucede en los hoteles de la costa. Para De María, una de las causas es que "el Hotel Playa Victoria es un hotel muy grande, el más grande que hay en Cádiz. Cuesta mucho dinero mantener esa plantilla de trabajadores. La sociedad ha estado aguantando, pero el hotel ya ha dicho que esto no puede ser. Tenían que hacer una regulación para aligerar el peso antes de que se hundiera el barco".

Así, y con la incidencia de la crisis económica, el presidente de Horeca distinguió que los que más sufren la dureza de la temporada baja son los negocios hoteleros que se encuentran en extramuros. "Los hoteles del centro, como el Parador Hotel Atlántico, el Senator, Las Cortes de Cádiz, el Argantonio o el Francia y París se mantienen bien en invierno, pero los de la playa trabajan de otra manera y el invierno es más flojito", señaló. Esto se debe, según el presidente de Horeca, a que la oferta cultural y patrimonial se encuentra concentrada en el centro. Además, aportó que eventos como las bodas o los viajes de pensionistas se han reducido durante los últimos años.

Con todo, según De María, la dirección del Hotel Playa Victoria "no quería cerrar" durante el invierno, por lo que "habló con los trabajadores y les dijo que había dos caminos: que una parte se fuera y otra se quedara o repartirse las horas", por lo que al final se ha tomado una solución que es "un mal menor porque los trabajadores no están desprotegidos".

Aunque ha sido una decisión complicada, el máximo dirigente de la patronal de hosteleros defendió que "lo que hay que valorar es que en años anteriores no lo hayan hecho y hayan aguantado el coste que tiene el invierno. Esto no significa que el hotel esté ganando dinero, pero por lo menos no lo pierde".

Ante la situación que se ha generado con el ERTE que afecta a parte de la plantilla del Hotel Playa Victoria, surge el debate sobre la necesidad de ampliar el número de camas que actualmente tiene la capital gaditana, estando pendiente que cobren vida proyectos como el de la residencia Tiempo Libre o el del antiguo colegio Valcárcel. "Está claro que Cádiz no necesita más plazas hoteleras ahora mismo. Hay gente que no le gusta que diga esto, pero es la realidad", sentenció el representante de los hosteleros.

Para ello, De María sustentó su opinión en que "la media anual de ocupación hotelera se suele situar en torno al 58%", por lo que "si se hacen más hoteles, el invierno será más duro".

Por esto, el presidente de Horeca consideró que "montar hoteles para tres meses no se puede porque después vienen los otros nueve meses". Esta situación cambiaría en Cádiz, en palabras de De María, "cuando crezcamos a una media de un 75% o un 80% anual, que será cuando habrá que hacer más hoteles". "Ningún empresario viene sabiendo que la media anual es de un 58% porque sería una ruina y no va a abrir un hotel para dos meses", destacó De María.

De hecho, diferenció la situación de los hoteles en zonas como el Novo Sancti Petri con la de los establecimientos de la capital gaditana, ya que en Chiclana "el que menos tiene 600 alojamientos y el que más 2.000, por lo que en verano pegas el pelotazo y dices adiós", mientras que en Cádiz los hoteles más pequeños.

Aunque la dirección del Hotel Playa Victoria haya decidido realizar este ERTE, De María cree que "no hay riesgo de que haya cierres" en Cádiz.