José Manuel Pascual, propietario de la clínica San Rafael de Cádiz, ha necesitado contratar a nuevo personal y se ha visto forzado a reabrir una planta de su hospital que llevaba varios años cerrada para poder atender adecuadamente a los pacientes que le llegan derivados desde el hospital público Puerta del Mar.

Fuentes de dicho hospital han confirmado este extremo al igual que el hecho de que han tenido también que abrir tres controles distribuidos entre varias plantas del centro hospitalario para cubrir esta demanda generada a raíz del colapso que padece el Puerta del Mar. A su vez, esta mismas fuentes han dado como cierta la noticia publicada en días pasados por este periódico en la que se afirmaba que las ambulancias tienen orden directa por parte de la Junta de que se lleven directamente a San Rafael a cierta tipología de enfermos. Concretamente, hasta el hospital ubicado junto al Falla están llegando sobre todo pacientes con problemas respiratorios, gripes y patologías de gente mayor delicada y más sensible a los efectos del frío. Esta tipología de pacientes son precisamente los que requieren largas estancias en los hospitales.

De todas formas, las mismas fuentes consultadas en San Rafael confiesan que una parte de los enfermos que le llegan estos días proceden de compañías privadas, por culpa de las bajas temperaturas que se están viviendo estos días en buena parte del país. A su vez, afirman desde la empresa de Pascual que son conscientes esta situación tiene los días contados y que "son picos puntuales que se solucionan al llegar la primavera". De hecho, en verano baja mucho el número de enfermos que el SAS redirecciona desde sus hospitales públicos.

Otra cuestión a tener en cuenta es que el contrato que tiene firmado la Junta de Andalucía con José Manuel Pascual incluye estas situaciones puntuales de sobredemanda de servicios del centro concertado.

Precisamente en marzo, la Administración andaluza estará obligado de nuevo a verse la cara con José Manuel Pascual para renegociar el convenio que regula el concierto que se ha demostrado una vez más necesario para el Puerta del Mar, sobre todo en momentos de colapso de enfermos como el que está viviendo estas últimas jornadas.