En plena tormenta por el inicio del proceso para que Sevilla tenga una Zona Franca, el Consorcio de Cádiz espera nivelar su cuenta de resultados, nivelando los gastos y los ingresos, que actualmente tienen un desfase negativo anual cercano a los diez millones de euros.

Tras asumir la situación delicada en la que se encuentran las cuentas de la Zona Franca, con un endeudamiento superior a los 130 millones de euros, el delegado del Gobierno en el Consorcio, Jorge Ramos, destacó a este diario que "en estos dos años de gestión hemos conseguido que la Zona Franca de Cádiz tenga capacidad económica para afrontar su desarrollo tras un trabajo de artesanía en lo que a las cuentas se refiere", destacando que su antecesores en el cargo Miguel Osuna y José de Mier dejaron una elevada deuda (50 millones el primero y 80 millones más el segundo).

"Durante el último año, y aún no hemos terminado, nos hemos centrado inicialmente en la refinanciación de la deuda bancaria, lo que no ha sido nada sencillo de conseguir. Ha sido un trabajo muy delicado que ahora estamos concluyendo con éxito. A ello hemos unido el aplazamiento de los pagos de los fondos Reindus, lo que nos permite respirar y diseñar nuestro crecimiento con mayor tranquilidad", destaca Ramos.

Ahora, continúa, se está trabajando en el equilibrio financiero entre gastos e ingresos. "Cuando llegué los gastos eran, al año, de unos 22 millones de euros mientras que los ingresos no pasaban de los 13 millones. En este tiempo hemos emprendido una política de mucha austeridad, controlando el gasto que se ha reducido en tres o cuatro millones e incrementando los ingresos. Siguiendo esta línea espero que a finales de 2015 o principios de 2016 hayamos logrado la nivelación financiera".

Pero junto a ello, sigue pendiente la amortización de la elevada deuda financiera, que cada año suponen una inversión de 7 millones de euros únicamente en el pago de los intereses. El último consejo ejecutivo de la Zona Franca aprobó un plan de desinversión y enajenación de inmuebles propiedad del Consorcio en toda la provincia.

"Con esta operación, que se puede iniciar ahora, cuando la economía del país comienza a remontar, podríamos lograr unos ingresos entre 32 y 40 millones de euros, si se cumplen los objetivos. Todo este dinero irá destinado al pago de la deuda bancaria, lo que rebajaría de forma considerable los intereses que hay que abonar cada ejercicio, lo que supondrá un alivio para nuestras cuentas". Entre las propiedades que salen a la venta están polígonos industriales en Tahivilla, Barbate y parte de los edificios que componen el estadio Carranza en la capital. Considera que la operación saldrá adelante ya que son equipamientos "con buena rentabilidad, ya en alquiler".

Respecto al estadio Carranza, que desde tiempos de Miguel Osuna le ha supuesto a la Zona Franca una elevada inversión, reconoce Ramos que no se está en el momento adecuado para cumplir el convenio que en la etapa de José de Mier se firmó con el Ayuntamiento para la compra y gestión de la nueva tribuna del campo, aunque asume que "los convenios están para cumplirlos".