Cádiz ha experimentado un importante incremento en el número de viviendas vacías, a pesar de su reducido parque de edificios. Entre el censo de 1991 y el de 2011, el último existente, la cantidad de estos pisos ha pasado de 3.941 a 6.874, lo que supone una subida de un 40%.

Sin embargo, a la vez que han ido aumentando los pisos deshabitados, la población de la ciudad ha ido a la baja de forma considerable pues en el mismo periodo de tiempo el padrón ha bajado en algo más de 30.000 habitantes, un 20% menos, mientras que se ha incrementado la cifra de solicitantes de una vivienda, que según las estadísticas municipales supera las 3.000 solicitudes, aunque extraoficialmente se considera que se necesitarían 10.000 pisos en la ciudad para atender a las necesidades de quienes hoy buscan casa en la capital.

El parque urbano ronda las 50.000 residencias. Algo menos del diez por ciento está gestionado por la administración pública, fundamentalmente el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía. Ambas instituciones afirmaron a este Diario de que no disponen actualmente de viviendas vacías. En el caso del Ayuntamiento, con unas 2.1000 unidades, se destaca que cada vez que queda libre un piso de su propiedad, por la marcha o fallecimiento del inquilino, éste se ocupa en apenas unos días atendiendo al listado de peticiones que está en manos de Procasa. Sí hay un piso vacío, en la trasera de Varela, pero necesita una inversión de más de 30.000 euros debido al mal estado en el que se encuentra.

En todo caso, tanto la Junta como el Ayuntamiento sí cuentan en la ciudad con varios solares y fincas sin utilizar, lo que permitiría la puesta en uso de varios cientos de viviendas públicas si se ejecutasen estas operaciones inmobiliarias.

El elevado parque de viviendas vacías que detectó el censo de 2011 no anima a un incremento en el número de pisos en alquiler ocupados. Cádiz es una de las ciudades españolas con un mayor porcentaje de este tipo de residencias, sin embargo, no aumenta la cantidad debido al elevado precio de los alquileres, como se reconoce desde el sector inmobiliario.

Así, se destaca que hay una cifra muy alta de viviendas en alquiler con precios que superan los 600 euros al mes, una cifra imposible de asumir para buena parte de la sociedad gaditana, cuyos ingresos se han visto mermados de forma notable en los últimos años. Los pisos que cuestan menos de 400 euros, que aún se pueden encontrar, están muchos de ellos en malas condiciones, como se reconocen desde las agencias inmobiliarias.

El último PGOU, que lleva vigente desde hace poco más de un año, cifra en algo más de 4.000 las nuevas viviendas que se prevé construir en la ciudad en el marco de gestión de este documento. Tal como está el mercado, la previsión parece difícil de cumplir. Desde la iniciativa privada apenas si se actúa, con proyectos parados desde hace años en los Chinchorros y Abárzuza. En cuanto a las promociones públicas, la Junta ha paralizado nuevas actuaciones en el casco antiguo, más allá de la ahora iniciada en San Juan, mientras que el Ayuntamiento centra sus esfuerzos en la operación de la Guardia Civil, aunque buena parte de estos nuevos pisos irán destinados al realojo de los residentes de las fincas de la calle Cooperativa, que se derribarán en su día para dar continuidad a la avenida de la Constitución.