La crisis económica que padece el país provoca muchos daños colaterales. En los niños, por ejemplo. Así lo entiende la Red Local de Prevención de Maltrato Infantil de Cádiz, formada por profesionales pertenecientes a múltiples instituciones (servicios sanitarios, sociales, educativos, judiciales, policiales, asociaciones, etc.) coordinados por la Fundación Márgenes y Vínculos. La Red, que tiene como objetivo alcanzar el bienestar y la protección de la infancia, se ha reunido recientemente en la sede de la asociación 'Encuentros de Familia', ubicada en el Centro de Promoción Ciudadana El Puntal.

En esta reunión, los expertos analizaron las consecuencias que la actual crisis económica está teniendo sobre los niños y las niñas y plantearon una serie de recomendaciones a los padres. Entre ellas figura la de informar a sus hijos "para que comprendan los cambios que viven, ya que muchos de ellos perciben, y en ocasiones sufren, el incremento de estrés de los adultos. Muchos niños se sienten culpables de las situaciones creadas, que les generan miedo e inseguridad".

La Red aboga además por favorecer las relaciones entre padres e hijos, pasando más tiempo con ellos, jugando o ayudándoles en las tareas escolares. Asimismo, los profesionales reunidos en El Puntal, plantean a los padres no descuidar las diferentes necesidades que tienen sus hijos: físico-biológicas, cognitivas, emocionales y sociales.

Desde el punto de vista de esta Red, se debe tener en cuenta que todo menor tiene una serie de derechos referidos a la satisfacción de sus necesidades fundamentales. "Éstas deben ser la referencia de fondo, que oriente la prevención, la toma de decisiones y la ayuda", estiman los integrantes de este colectivo.

La Red utiliza para ilustrar sus recomendaciones palabras de Félix López Sánchez, catedrático de Psicología de la Universidad de Salamanca, que en uno de sus numerosos artículos sobre las necesidades infantiles señala que "no basta con que no me pegues y no hagas daño, tienes que aprender a tocarme, acariciarme, abrazarme, cantarme, mecerme,... No es suficiente el que no me golpees, tu cuerpo tiene que ser cuenco, hogar y abrazo para mí".

Organizaciones como Unicef también han avisado de las consecuencias de la crisis en los niños, afectando a la educación cuando sus padres no pueden costear el comedor escolar o las actividades extraescolares, a la alimentación por el descenso de la calidad de los víveres, a la familia por el estress que supone el desempleo de los progenitores o a la salud cuando hay dificultades para costear tratamientos médicos.