El pasado miércoles ingresó como miembro de la Academia Hispano Americana de Ciencias, Artes y Letras, en Cádiz, todo un reconocimiento a su trabajo por mejorar las relaciones entre España y Filipinas. Nacido en 1934 en Baler, ciudad de especial significado por ser la última plaza defendida por España en aquel país, es el senador más veterano de Filipinas, donde preside los comités de Ciencia y Tecnología y de Educación, Arte y Cultura.

-Usted es uno de los principales impulsores de las relaciones entre España y Filipinas. ¿Qué avances considera que se están produciendo en los últimos años?

-Todo empezó en 2001 cuando visité España y ya llevo once años viniendo. En 2002, cuando regresé a Madrid, decidí poner en marcha una ley que creara el Día de la Amistad Hispano Filipina, el 30 de junio, que al principio se celebraba sólo en algunas ciudades de España y Filipinas y que hoy abarca a muchas más.

-¿El idioma sigue siendo la gran asignatura pendiente?

-Esa ley no es sólo para mantener una relación política, sino económica y cultural. En 2007 los gobiernos de ambos países firmaron un tratado para restituir la lengua española en los colegios filipinos y el año pasado el Instituto Cervantes graduó a sus primeros 100 profesores de español. Pero necesitamos al menos cien mil profesores de español en el país para que todo vaya más rápido, pues se han perdido muchas generaciones de hispanohablantes en Filipinas. La UNED de España y la Universidad de Manila van a poner en marcha este año cursos a distancia, por internet, y el objetivo es que exista un Máster de Español. Queremos facilitar el intercambio de profesores y estudiantes mediante becas. Somos el único país con una ley así y queremos que Filipinas sea la ventana de España en el Sur de Asia y España la ventana de Filipinas en Hispanoamérica.

-¿Se está siguiendo en Filipinas el Bicentenario de la Constitución de Cádiz?

-El 29 de junio se va a celebrar en la Universidad de Filipinas un simposio de historiadores sobre la Constitución de Cádiz. En Filipinas hemos tenido ya diez constituciones, pero la de Cádiz fue la primera. Los principios de la Constitución de 1812 forman la base de la Constitución de Filipinas, como la representación parlamentaria, las libertades, la separación de poderes o la soberanía del pueblo. En marzo ya estuvo en Cádiz -con el embajador Carlos Salinas- el historiador filipino Ambeth Ocampo, muy interesado en la Constitución que se promulgó en esta ciudad.

-¿Vendrá finalmente el presidente Benigno Aquino a Cádiz este año?

-Nos gustaría que viniese este año para la Cumbre Hispanoamericana de noviembre, pero aún no está cerrada su agenda. En pocas semanas lo sabremos.

-¿Cómo se ve en su país la crisis económica que afecta a España y al conjunto de Europa?

-Con bastante preocupación. Si España compra productos en Asia y esos productos se fabrican en Filipinas, nos afecta. Pero la crisis europea no ha afectado mucho a Asia. Las previsiones de los economistas señalan que la economía filipina se va a desarrollar muy rápido y de manera muy fuerte en los próximos años. En cuatro días que llevo en España, muchos filipinos me dicen que no han perdido sus empleos y que los españoles están muy contentos con ellos. Hay muchos filipinos en Europa, en países como Italia y el Reino Unido, en Escandinavia, y sólo en España viven 50.000. Por lo que sabemos, hasta ahora no han perdido sus empleos. Están contentos con ellos y ellos muy contentos y agradecidos por vivir aquí.

-¿Sigue siendo Filipinas un país interesante para la inversión española a pesar de la crisis?

-Las oportunidades son inmensas y siguen estando ahí. Los sectores donde se necesitan esas empresas van desde el diseño a las energías renovables pasando por el tratamiento de aguas, las infraestructuras, las nuevas tecnologías e incluso la gastronomía y el turismo.

-Usted es un gran defensor de la Educación como un derecho fundamental y como motor de un país. ¿Qué piensa de los recortes que hay en España en esta materia derivados de la crisis?

-No se debe recortar en Educación porque ahí radica el desarrollo del capital humano de un país y lo que lo hace ser más competitivo. Así lo entendemos en Filipinas, donde estamos formando a la juventud sobre todo en ciencia y tecnología, donde creemos que está el futuro. Eso hace que muchas empresas vengan a instalarse a Filipinas creando puestos de trabajo. Destinamos 100 millones de dólares al fomento en las universidades de ese tipo de educación tecnológica. Cada año se gradúan en mi país 450.000 estudiantes en diferentes disciplinas.

-Como senador, está promoviendo en Filipinas que haya cambios en el actual sistema de partidos. ¿Qué medidas habría que tomar?

-Antes de la Segunda Guerra Mundial había dos grandes partidos en Filipinas con una ideología bien definida. A partir de 1989 surgió el multipartidismo y ahora tenemos veinte formaciones, algunas de las cuales se quedan en el personalismo, sin ideología. Sería bueno que volviésemos a los partidos que tienen una visión clara, lo que pasa es que muchas personas cambian de partido en partido, van de flor en flor en función de sus propios intereses, por conveniencia personal, no por convicción. Lo que proponemos es que se dote de presupuesto a los partidos para que los políticos no entren y salgan de ellos por dinero. Existe un gran peligro de que en los partidos entre dinero negro procedente de actividades ilegales o criminales como el tráfico de droga.

-En su país, con sólo 24 senadores, esta figura tiene una gran importancia. Pero en España, donde tenemos 266, no sucede lo mismo.

-En la Constitución de Filipinas la figura del senador es muy diferente a la de España. Siempre hemos sido 24 independientemente de la población que hubiese. Somos senadores elegidos por el conjunto del país, no por un territorio. Pero creo que independientemente del número, los senados son necesarios, porque siempre es conveniente una segunda opinión en todos los parlamentos.

-¿Qué está haciendo el Gobierno filipino para frenar los asesinatos de periodistas en su país?

-Desde la llegada a la presidencia de Benigno Aquino, el número de asesinatos y matanzas ha caído mucho, aunque por desgracia sigue habiendo. Hay que decir que no todos son asesinatos de periodistas, sino que hay muchos casos de personas que acuden a las televisiones pero no son periodistas, por eso habría que diferenciar porque pueden responder a otras cuestiones. Pero, en cualquier caso, desde el Gobierno del presidente Aquino se está haciendo de todo para acabar con esos crímenes.

-El gran boxeador filipino Manny Pacquiao, todo un héroe nacional, cayó por primera vez hace unos días derrotado a los puntos por un estadounidense. ¿Cómo lo llevan?

-Lo deberíamos haber ganado. La gente está convencida de que no perdió. Hasta el presidente de la WBA vio la repetición del combate y dijo que debía haber ganado. Yo también lo creo.