El equipo rectoral de la Universidad de Cádiz se ha propuesto desarrollar medidas de contención del gasto durante el verano, con el fin de ahorrar entre 250.000 y 300.000 euros. Una de las opciones que el rector, Eduardo González Mazo, está barajando para tal fin -pero que aún no ha sido debatida en Consejo de Gobierno ni, por tanto, aprobada-, es la de cerrar todos los centros durante el mes de agosto.

En caso de aprobarse esta iniciativa que actualmente no pasa de propuesta, en el campus de Cádiz sólo permanecería abierto durante esos 31 días el Aulario Simón Bolívar, edificio al que acuden los universitarios para estudiar y preparar sus exámenes. Y también se habilitaría, en beneficio del alumnado, un solo centro de estudios o una sala de lectura en los otros tres campus de la UCA.

Si esta acción prospera, todo el personal de la institución académica gaditana deberá irse de vacaciones en el mes de agosto, a pesar de que los meses establecidos en esta Universidad para el disfrute de esos días de libranza remunerada son julio, agosto y septiembre. Es por ello que el rector de la UCA, antes de tratar el asunto en Consejo de Gobierno, ha pedido a la plantilla que se pronuncie sobre este asunto, y actualmente se está encuestando a los empleados. La propuesta está siendo consensuada entre todos los trabajadores.

En los últimos años, según fuentes universitarias, lo habitual ha sido que un 40% de los empleados de la UCA se fuera de vacaciones durante el mes de julio y el resto, en agosto. En septiembre siempre se han marchado pocos trabajadores, debido a la proximidad del inicio del curso académico.

La clausura de todos los centros de la Universidad de Cádiz durante el mes de agosto permitiría ahorrar en gastos, por ejemplo, de agua y electricidad. No obstante, hay empleados que señalan el inconveniente que les supondría la aprobación de esta medida a la hora de poder conciliar vida laboral y familiar.