El doctor Juan Pasquau Liaño lleva desde 1984 viendo a pacientes con VIH. Fue de los primeros. Nadie como Pasquau, desde su consulta del Hospital Virgen de las Nieves, en Granada, puede relatar la evolución que se ha conseguido tanto en el diagnóstico como en los tratamientos de la infección. De hecho, es claro y optimista: "Antes, a principios de los años 90, el pronóstico de la infección era como el del cáncer, podías perder un 10, 20 o 30% de pacientes cada año. Ahora, el VIH no puede con el paciente si se sienta en la consulta y hace lo que le digamos". No en vano, "no hay ninguna enfermedad en la historia de la Medicina que haya tenido un cambio de pronóstico tan espectacular como el VIH".

Ahora que se cumplen 30 años del primer diagnóstico de VIH en España y que la supervivencia no preocupa, los facultativos se enfrentan a problemas que no son el diagnóstico sino los "pacientes que no se benefician del sistema sanitario y sus mejoras porque aún sabiendo que están infectados no vienen, generalmente por su situación social, o porque están infectados y no lo saben [sida oculto]". "Quien va a la consulta no tiene problema de supervivencia pero tiene medicalizada su vida, por lo que nuestros retos actuales son la toxicidad del tratamiento y el control absoluto de la enfermedad". Con todo, el VIH no es un "convidado de piedra" y surgen muchas preguntas que aún no tienen respuesta: ¿Envejecen igual los pacientes? ¿Qué secuelas tendrán? Lo que parece es que envejecen peor por los efectos de los tratamientos -entre 10 y 15 años más rápido que los que no lo tienen- y que se desarrollan otras secuelas o patologías por la infección que podrían tener efectos a largo plazo.

Pero la esperanza es máxima. De hecho, el "VIH es una locomotora para la investigación", asegura Pasquau. Sólo en España es la temática sobre las que más se investiga. "De hecho tenemos un gran arsenal terapéutico con más de 20 medicinas y el futuro está ahí con vacunas, terapia genética y nuevas medicinas". Esto hace que haya muchas alternativas ante el rechazo de un producto. Además, "cada vez son menos tóxicas y más eficaces".

La vacuna para el sida saltó a la luz pública en febrero de este año, aunque los expertos la esperan desde hace años, cuando el Hospital Clinic de Barcelona anunció que había probado con éxito una vacuna contra el sida que reduce la carga viral de la enfermedad en la mayoría de los pacientes. Pasquau matiza que la vacuna todavía es una opción a futuro y que hay otras líneas de investigación más interesantes a su juicio, como la terapia genética. "La matriz del sida está integrada en el propio genoma humano y el objetivo es cortar las órdenes de ese genoma del VIH para que no pueda trabajar". Si se llegan a bloquear los genes del VIH podría ser una solución definitiva.

Desde Granada están adheridos en el Virgen de las Nieves a distintos proyectos. La línea más activa es la de la monoterapia, es decir, el control de la infección con un solo fármaco. "Antes se trabajaba con la tripleterapia o el cóctel de medicinas y que incluía hasta 15 pastillas al día. Ahora se ve que con un fármaco es posible controlar la infección por VIH, lo que permite la reducción del potencial tóxico y del precio de los tratamientos, que son bastante caros. La monoterapia es un paso más y funciona en pacientes controlados".

La investigación y la evolución de los tratamientos es fundamental por el número de casos. Según el experto, "los nuevos contagios no decrecen con el tiempo", lo que ha hecho es cambiar el foco. Si en los años 80 el consumo de drogas era la principal vía de transmisión, ahora "se mantiene a expensas de las relaciones sexuales de hombres homosexuales". De hecho, el 80% de los casi 50 casos nuevos que Pasquau ve en la consulta son de jóvenes homosexuales. La transmisión por droga ya es mínima.

Por eso se trabaja mucho en el diagnóstico precoz. Hay que conseguir reducir el número de personas que no saben que tienen el VIH pero que están infectadas y que son también foco de contagio, para lo que hay dos estrategias: aumentar la detección con pruebas y concienciarse del uso del preservativo.