La bicefalia en el PSOE andaluz, con Manuel Chaves como secretario general y José Antonio Griñán como presidente de la Junta por deseo del primero, tiene fecha de caducidad. El hasta hace unos días denostado congreso extraordinario que escenificase el relevo de poder en los socialistas andaluces se celebrará a principios de año, en las últimas semanas de enero o primeras de febrero, poniendo fin a los 15 años de Chaves como líder del partido, según aseguraron a esta redacción fuentes del PSOE.

La posibilidad de este conclave por intención expresa de Griñán, anunciada el pasado domingo por el Grupo Joly, formaba parte de la hoja de ruta que, con cautela, estaban diseñando destacados dirigentes del partido y que se ha visto precipitada tras las informaciones publicadas desde el fin de semana.

Lo que hace unas semanas descartaban tanto Chaves como Griñán, al poner como referencia el congreso ordinario de 2012 como momento en el que llevar a cabo el anunciado relevo, se adelantará para reforzar el liderazgo de Griñán como referente socialista de cara a las próximas elecciones autonómicas.

Conocedor del papel que desempeñan en la estructura del partido las organizaciones provinciales, Griñán convocó ayer a los secretarios generales de cada provincia a un almuerzo confidencial para, entre otras cuestiones, informarles de su disposición a tomar ya las riendas del partido.

A esta reunión no asistieron los dirigentes regionales Luis Pizarro, vicesecretario general, y Rafael Velasco, secretario de Organización.

Al término del almuerzo, el PSOE emitió un comunicado en el que encuadraron la reunión en "los contactos permanentes y fluidos" que se mantienen con el presidente y no constó una palabra sobre el debate de un posible congreso extraordinario. Oficialmente, la reunión sirvió para abordar aspectos de la actualidad y trazar las líneas de la acción política.

En este comunicado, el PSOE enfatizó que "los ocho secretarios provinciales han reconocido al presidente de la Junta su indiscutible liderazgo social y su condición de máxima autoridad política del proyecto socialista andaluz, hoy y para el futuro". Algunos de los dirigentes, en conversación telefónica posterior, se remitieron al comunicado y restaron importancia al debate interno sobre el congreso, que se produjo, reconocieron.

Según pudo conocer esta redacción, al menos cuatro secretarios provinciales manifestaron sus recelos con la opción de convocar un congreso extraordinario. Fueron los dirigentes de Sevilla, José Antonio Viera; Almería, Diego Asensio; Cádiz, Francisco González Cabaña y Huelva, Mario Jiménez. Estos secretarios provinciales reflexionaron en el almuerzo que no se trata del mejor momento para que el partido se vuelque en un cónclave de estas características y que la imagen que debe difundir el partido es que la prioridad reside en la acción de Gobierno y la lucha contra la crisis, en la línea de la nota difundida. Finalmente, Griñán consiguió el visto bueno de los secretarios provinciales, comentaron las mismas fuentes.

En la decisión se reserva un papel primordial para Manuel Chaves, el auténtico valedor de que finalmente se celebre el congreso y hacia donde se dirigieron todas las miradas del PSOE tras la predisposición pública de Griñán a reafirmar su liderazgo de hecho y no de palabra.

Chaves no se ha manifestado públicamente aún sobre el adelanto del congreso y ayer evitó pronunciarse. Pero las palabras de Griñán, de Pizarro y todos los demás dirigentes socialistas son consecuentes: sin la aprobación de Chaves no hay congreso. El ex presidente puede haber aceptado ya la propuesta de Griñán, aunque no le acabe de convencer. El pasado verano Chaves anunció que renunciaría a presentarse a la reelección en 2012 para evitar "bicefalias" y apostó por que su sustituto fuera Griñán, pero consideró innecesario forzar un congreso extraordinario.

Sin embargo el debate sobre quien ostenta el liderazgo del partido no ha cesado desde que en abril Chaves le desginase como su sustituto al frente de la Junta de Andalucía tras su marcha a Madrid para formar parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Griñán ha proclamado que él era el líder, a veces de forma inesperada, y ha alentado sospechas de rivalidad con Chaves. El ex presidente llegó a instar a los socialistas en una ejecutiva a dejarse de "dimes y diretes" en lo que se leyó como una respuesta directa a las declaraciones de Griñán.

La confirmación oficial del congreso extraordinario se espera adoptar en el comité ejecutivo del próximo lunes .