Juan Antonio Carrillo Salcedo quedó marcado por su experiencia en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo. Así lo rememoran quienes le conocieron. Hasta el punto de que asumió la defensa de los derechos sociales como un dogma, el principio y la causa de su ciencia. El jurista falleció ayer y, las últimas semanas, azotado por la enfermedad, las pasó "obsesionado" por el drama del paro, recuerda Elisa Pérez Vera, eminente jurista granadina y ex magistrada del Tribunal Constitucional.

"Estaba convencido de que, con esta tasa de paro, ahora mismo era imposible el mantenimiento de los derechos sociales de la población. Insistía mucho en que la Constitución calificaba al Estado como Estado social y estaba muy preocupado por las noticias que le llegaban sobre la imposibilidad de una realización plena de los derechos sociales", apuntó en conversación con esta redacción Pérez Vera, su "primera discípula", un "timbre de honor" del que presume la también catedrática de Derecho Internacional, ella en el ámbito privado y Carrillo Salcedo, en lo público.

"Es una de las personas más íntegras que he conocido nunca. Un defensor de los derechos humanos como pocas personas he conocido, porque no sólo defendía y creía en esos derechos, sino en las personas, un auténtico humanista", relató Pérez Vera.

Carrillo Salcedo ya casi no hablaba en los últimos meses, pero las únicas reacciones se las provocaba la percepción de algún derecho en peligro, o que algún grupo humano pudiera ser víctima de las injusticias.

El humanismo de Carrillo Salcedo fue destacado por otras personalidades del mundo de la política y la universidad.

No hubo declaración institucional de la Junta, pero el presidente andaluz, José Antonio Griñán, destacó vía Twitter su "humanidad y su compromiso con la democracia".

También el presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, lamentó la pérdida del catedrático, al que calificó como un hombre muy comprometido con los derechos humanos, profesional y personalmente.

Desde el ámbito académico, el rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, lamentó la "dolorosa pérdida" que ha supuesto tanto para la institución académica como para la sociedad andaluza el fallecimiento de Juan Antonio Carrillo Salcedo, catedrático emérito del Derecho Internacional e Hijo Predilecto de Andalucía.

"Para nosotros era mucho más que un gran investigador y una figura internacional del Derecho. Era, y seguirá siendo en nuestra memoria, un hombre de bien y una referencia ética, de la que tan necesitados estamos en estos momentos", manifestó el rector.

Ramírez de Arellano destacó a Europa Press el "compromiso" Carrillo con "la defensa de la democracia, de la paz, de la justicia, de la dignidad de las personas y de los derechos humanos".

"Era maestro, compañero y amigo, un sabio lleno de bondad que ha dado prestigio internacional a la Universidad de Sevilla y que demostró su gran capacidad gestora al frente de los actos del Quinto Centenario de nuestra institución", concluyó.