Sevilla

El robo del Niño Jesús de la Cabalgata de Sevilla minutos antes de la salida

El pesebre vacío en la salida del cortejo.

El pesebre vacío en la salida del cortejo. / M. G. (Sevilla)

La perfección no consiste en que no se produzca ningún incidente, sino en tener la mejor solución y más rápida cuando ocurre uno. El viernes se cometió un robo que pasó inadvertido para el público y para la inmensa mayoría de integrantes del cortejo de la cabalgata del Ateneo de Sevilla. Un hecho que finalmente quedó en anécdota. El Niño Jesús que preside la segunda carroza de la comitiva desapareció muy poco tiempo antes de la hora fijada para la salida. El pesebre estaba vacío. De hecho, la carroza se puso en marcha y recorrió las primeras calles del itinerario sin la figura del Niño Dios, que fue solemnemente entronizado en la tarde del 3 de enero. Tuvo que ser robado  cuando la carroza ya estaba en la misma Lonja de la antigua Fábrica de Tabacos. Se atribuye a una gamberrada, pues no se trata una figura de especial valor histórico-artístico, pero a la que el Ateneo sí da gran importancia para preservar el carácter religioso de la cabalgata. Una prueba de ello es que se convoca cada año el referido acto especial en el que dos niños depositan al Niño el pesebre en presencia del sacerdote y los invitados.  

El equipo que se encarga de todos los preparativos reaccionó con enorme discreción y rapidez, de tal forma que una nueva imagen del Niño Jesús fue colocada en la carroza cuando la cabalgata todavía gozaba de la luz de tarde. Difícil reaccionar más rápido, pero se hizo. 

Por estos y muchísimos detalles más, el presidente del Ateneo, Emilio Boja, agradeció públicamente el trabajo de Manuel Sainz, director de la Cabalgata; Pedro Lissen, Jesús Corral Zambruno, Gabriel de Alba y Rafael Díaz. Una suerte de cinco magníficos que tiene el Ateneo. Boja los llamó al escenario de la cena de gala, celebrada el sábado en el Alfonso XIII, para destacar el esfuerzo, la dedicación y el sacrificio de todos ellos durante muchos meses. Que la estética de la Cabalgata no ha hecho más que mejorar con este equipo es un hecho notable, pues atrás quedan años en que salieron carrozas sin terminar, diseños poco elaborados o se producían incidencias en plena calle por no haber guardado las mínimas cautelas.