Las tres ramas que tienen incidencia sobre prácticamente cualquier tema –la empresarial, la científica y la institucional– se dieron cita ayer en el foro From new space to deep space. Un evento que organizó Indra en los espacios que tiene el Ayuntamiento de Sevilla en Marqués de Contadero. El objetivo fue analizar el actual ecosistema espacial español. Y lo hicieron en un contexto singular: la Agencia Espacial Española ha iniciado su andadura; el país participa en el programa Artemis , que llevará al hombre a la Luna; y el sector andaluz ha aumentado su facturación en el último año. Todas estas cuestiones fueron tratadas en diferentes paneles de expertos. Los ponentes analizaron, las barreras del mundo empresarial, además de los instrumentos de financiación a nivel institucional.

"España es uno de los pocos países que tiene tecnología para cubrir todos los puntos necesarios para emprender una misión espacial", expresó Rafael Guzmán, investigador del CSIC que ha estado al frente del proyecto Arrakihs. Una iniciativa –la primera aprobada por la Agencia Espacial Europea con el liderazgo de España– encargada de estudiar la materia oscura del universo. En esta misma línea, José Miguel Moreno, director general de la empresa sevillana Solar Mems, indicó que "hemos pasado de ser un país que suministraba equipos a tener toda la cadena de valor completa, con un personal laboral muy cualificado y con una Agencia Espacial nacional que nos dará la oportunidad de embarcarnos en misiones con mucha intensidad".

De hecho, ambos coincidieron en suscribir que el crecimiento de la industria nacional ha sido señero en los últimos diez años. "De los 26 dominios tecnológicos que tiene catalogados la Agencia Espacial Europea, España tiene competencias en 11. Tenemos muchas menos financiación que otros países y, aún así, hemos sabido desarrollar tecnología muy rápido", apuntó Moreno.

Precisamente, una de las grandes barreras que encuentran los empresarios es la financiación para emprender proyectos. Así lo indicó Pablo Morillo, director de la planta Deimos, filial tecnológica de Elecnor, especializada en el diseño, ingeniería y desarrollo de soluciones e integración de sistemas en diferentes sectores: "En Andalucía hay grandes instituciones científicas. El elemento tractor ya lo tenemos, lo único que falta es el factor económico para dar el impulso".

Pero no es la única barrera. Rafael Guzmán hizo referencia –poniéndose a él mismo como ejemplo– a la dificultad que tienen los investigadores para "estar en sus propias empresas" y combinar esta faceta con la rama científica. En este sentido, indicó que "habría que implementar mecanismos que permitieran hacer este traspaso de conocimiento".

Tanto en esta mesa redonda –dedicada dedicada al rol empresarial– como en la que abordó el papel institucional en la carrera hacia Marte, se trató el tema de la posibilidad de una misión con seña andaluza. Ambas finalizaron con una conclusión común: de aquí a 20 años habrá tecnología andaluza en la carrera espacial.

"En Sevilla y en Andalucía tenemos la tradición de la industria aeronáutica", señaló Beltrán Pérez, presidente de CTA, quien suscribió que es imprescindible ver la carrera hacia Marte “como una oportunidad de retorno” que creará empleo, además de beneficios económicos: "No hay que ver a dónde hemos llegado, sino lo que hemos sido capaces de generar en esta carrera de avance tecnológico".

Por su parte, el secretario general de Industria y Minas de la Junta de Andalucía, Cristobal Sánchez, puso en valor la aportación económica del sector aeroespacial andaluz y el desarrollo de proyectos tractores en la comunidad.