El Ayuntamiento de Sevilla ha licitado un contrato de suministro e instalación de separadores físicos y balizas para los carriles destinados a autobuses y taxis con un presupuesto de 213.062 euros. Sorprende que el modelo elegido para estos es el ‘Madrid’ o ‘aleta de tiburón’, alternado con balizas (h-75) en la cabecera y balizas (h-50) en zonas intermedias para una mejor visibilidad de los elementos, aun cuando Madrid ya está retirando estas aletas de tiburón por el aumento de accidentes y las está sustituyendo por luces led en el asfalto.

Pese a la experiencia de Madrid, la delegación de Juan Carlos Cabrera, del Consistorio de Juan Espadas, mantiene que estos elementos (aleta de tiburón más balizas) han sido "empleados con éxito en otras ciudades españolas y evitan, asimismo, los problemas y daños que ocasionaban los de hormigón que se usaban hace dos décadas en la capital hispalense". Pero la realidad es que estas aletas fueron el primer modelo que se planteó en Sevilla con Monteseirín y acabó optándose por separadores de hormigón que tampoco dieron buen resultado. Sobre este último punto Movilidad no dice nada.

Será el Área de Movilidad, en coordinación con Tussam, la que determine las avenidas donde irán estos separadores. A modo orientativo, los pliegos del contrato licitado fijan una serie de arterias principales de la ciudad, como Kansas City, Ronda Histórica, Avenida de Andalucía y Paseo de Colón.

Separadores tipo 'aleta de tiburón' con balizas en Jerez.

El Área de Movilidad, adscrita a la Delegación de Gobernación y Fiestas Mayores, en coordinación con la empresa municipal de transporte urbano Tussam, prevé la instalación progresiva de estos separadores de carriles bus en aquellos puntos críticos de la ciudad en los que se haya constatado una invasión frecuente de estos carriles reservados por los vehículos privados no autorizados. "El objetivo principal es evitar estos desplazamientos hacia los carriles bus que dificultan la circulación de los autobuses de Tussam y reducen su velocidad comercial", aduce.

No se instalarán a lo largo de todo un carril bus-taxi, sino sólo en aquellos tramos donde la sección de este carril reservado permite su adecuada implantación y donde se haya observado esa invasión indiscriminada por parte de los vehículos privados no autorizados.

La disposición de estos separadores físicos consistirá en la repetición de una serie de conjuntos básicos montados sucesivamente y con esta configuración:

• Se inicia el tramo con la colocación de una baliza cilíndrica (H-75) con flecha de dirección en la cabecera que indica el inicio de un tramo delimitado por separadores de carril, tras lo que se deja un espacio libre de un metro.
• A continuación se coloca un primer modulo de separador de carril-bus con forma especial de inicio de tramo achaflanado en su inicio seguido de otros dos módulos convencionales tipo intermedio que en su conjunto alcanzan los seis metros de longitud, tras los que se deja un espacio libre de un metro
• Continúa una baliza cilíndrica (H-50), de polietileno azul, de 0,20 metros de diámetro y dotada de dos bandas reflexivas, y seguidamente otro metro libre
• Desde este punto se repite la secuencia de tres módulos convencionales de separador de carril y balizas (H-50) sucesivamente.
• Por último, el cierre final del tramo se realizará con un trío de módulos compuesto de dos piezas tipo intermedio y una tipo final. Así, cada conjunto básico alcanza los 8,20 metros de largo.

“Es una medida necesaria para conseguir que los carriles bus-taxi estén ocupados por los vehículos efectivamente autorizados. Dar facilidades al transporte público es también apostar por una movilidad más sostenible y saludable”, ha destacado Juan Carlos Cabrera, el delegado de Gobernación y Fiestas Mayores.

“Esta iniciativa está contemplada dentro del Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Sevilla, PMUS, para mejorar la velocidad comercial del transporte público. Se ejecutará en coordinación con Tussam para la protección de tramos detectados con mayor ocupación irregular de vehículos no autorizados, y en todo caso será una implantación progresiva. Es una medida que abunda en la apuesta de este gobierno municipal por el transporte público”, ha concluido Cabrera.