Diario Cofrade

Semana Santa de Cádiz 2024: La fugaz transformación de la plaza de San Francisco el Lunes Santo

Juan Antonio Carpio, grado en Humanidades, ha dedicado su TFG a la recogida del Nazareno del Amor.

Juan Antonio Carpio, grado en Humanidades, ha dedicado su TFG a la recogida del Nazareno del Amor. / Julio González

La Semana Santa es un fenómeno o una realidad que tiene unos límites inalcanzables, tantas miradas y tantos análisis como personas la contemplan. E incluso tantas posibilidades de estudio como especialidades tiene la Universidad u otras vías de formación. Los análisis de la Semana Santa desde el punto de vista histórico o del Arte son, con diferencia, los más habituales; pero la salida a la calle de las cofradías puede verse desde otras ópticas. Como ha hecho Juan Antonio Carpio en su carrera de Humanidades.

Este cofrade gaditano, hermano desde nacimiento del Nazareno del Amor, decidió dedicar al mundo de las cofradías el Trabajo de Fin de Grado; y, en concreto, sobre su hermandad de siempre, y sobre un momento tan puntual como llamativo de la salida que este Lunes Santo volverá a repetirse: la recogida de los dos pasos y lo que conlleva en ese encuentro que cada año se repite en la plaza de San Francisco, entre el hotel Francia y París y El Parisién que estos días de Semana Santa tanto recuerda a Charo y Emilio.

La intención de Carpio con su trabajo ha sido poner de relieve “la transformación que sufre la plaza de San Francisco con algo tan concreto como la Semana Santa y la recogida de una cofradía”, cómo de alguna forma el espacio urbano se adapta a un fenómeno tan puntual como efímero, como es el paso de una cofradía. Un trabajo que sin duda se sale de las investigaciones habituales que giran en torno a la Semana Santa con el que Juan Antonio Carpio ha querido “poner en valor la figura del humanista”.

La labor que ha realizado este cargador del misterio del Amor ha sido “deconstruir la escena de lo que ocurre en San Francisco” en la recogida de su cofradía. De este modo, lo ha analizado desde diversos puntos de vista. Como el geográfico, “no solo con sus límites sino analizando el por qué se configura así, como el final del trayecto comercial del centro”; o como escenario “de esta ‘performance’ que ocurre cada Lunes Santo”. “Las fachadas, la planta de la plaza, ese banco corrido central, las terrazas de los bares, el recorrido de los pasos hasta la iglesia...”, enumera Carpio de ese estudio geográfico que incluye su trabajo.

Los “valores sensoriales” que él bautiza como “fenomenológicos” también forman parte del trabajo realizado. Son los sonidos (“las bandas, el murmullo de la gente, el ruido de los bares...”, explica), los olores (“el azahar, el incienso, la cera, las flores, los olores corporales...”, enumera), la luz o el color. Y también analiza este humanista el público, “no sólo como espectador que contempla esa performance cada uno movido por unas razones diferentes -fe, devoción, cultura, arte...- sino como elemento delimitador, que marca el camino de la cofradía”.

El trabajo de Carpio incluye también un análisis o valoración de la recogida desde cuatro opiniones diferentes. Las de tres hermanos de la cofradía (Juan José Galnares, uno de los más antiguos de la nómina; Manuel Mota, actual hermano mayor; y Alejandro Víquez, del grupo joven y nieto de un antiguo capataz de la Esperanza) y una persona de fuera, en este caso un camarero del Parisién “para ver esa percepción de fuera que se tiene de la recogida”. Y se hace un estudio de las imágenes, de los pasos y de la historia de la plaza, el convento y la propia cofradía.

Un momento de la recogida del Nazareno del Amor. Un momento de la recogida del Nazareno del Amor.

Un momento de la recogida del Nazareno del Amor. / Alba Castro

La conclusión a la que llega este análisis humanista de la recogida del Amor es que la ciudad, entendida como un espacio social, de encuentro, de trabajo, de paseo… “cambia por completo cuando llega la Semana Santa”. Y el ejemplo se centra en la plaza de San Francisco en la recogida del Nazareno del Amor, cuando sufre una gran transformación que la hace diferente al resto del año y al resto de la propia Semana Santa. Es más, refiere Carpio que minutos después de esta recogida llega otra cofradía a la plaza, la de Vera-Cruz también para recogerse, y tanto la escena como el público cambian por completo.

En esa transformación inciden “la semiótica, por qué dispone la hermandad el cortejo en la calle como lo hace”, o “lo fenomenológico, el incienso, el azahar, que te marca un momento concreto del año”, explica este estudiante que se marcó el propósito de “iniciar un camino de investigación de la Semana Santa que se salga de lo normalmente establecido”. Y es que considera que el de las cofradías y la Semana Santa “es un mundo que sigue sin estar muy asentado en el campo académico” para lo que él quiere aportar su grano de arena. “Hay personas que trabajan muy bien, como es el caso de Lorenzo Alonso de la Sierra o Carlos Maura, que son magníficos. Pero yo busco otras cuestiones de reflexión, darle esos valores que se pueden percibir al ver una procesión”, explica.

De hecho, este estudiante que seguirá ahora su formación con un máster de Patrimonio, Arqueología e Historia Marítima y que quiere empezar también los estudios de posgrado, no esconde que le gustaría hacer la futura tesis doctoral sobre el mundo de las hermandades. “El mundo de la Semana Santa me ha gustado siempre, y si puedo contribuir a engrandecerlo, estaré encantado”, confiesa.

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