Por si no hubiera sido suficiente la calima que estos días ha teñido de naranja buena parte del país, desde Andaluza de Meteorología (@andalmet) avisan de que la situación empeorará este Domingo de Ramos, alertando que será una jornada "histórica con esa luz tan anaranjada y sepulcral". En este sentido, es altamente recomendable el uso de mascarillas porque, aseguran, "la calidad del aire será deficiente". 

La calima es un fenómeno meteorológico que se caracteriza por la presencia de una fina capa de polvo en suspensión en el aire. Viene de Las Palmas de Gran Canarias y ya ha aterrizado en Andalucía, extendiéndose muy rápidamente hacia otras zonas de la geografía española dejándonos, a parte de "lluvia de sangre", altas temperaturas y una mala calidad en el aire para respirar la cual trae como consecuencia problemas de salud.

Irritación y enfermedades respiratorias

El polvo de la calima entra por la nariz provocando, entre otras patologías, irritación e inflamación en todo el sistema respiratorio y, por tanto, produce las siguientes afecciones: 

1. Irritación respiratoria: Las partículas de polvo en suspensión pueden irritar las vías respiratorias, provocando tos, congestión nasal, dolor de garganta e incluso dificultad para respirar. Estos efectos se agravan en personas que ya tienen enfermedades respiratorias, sobre todo, las crónicas como el  asma que sufre el 7% de la población española, la bronquitis o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una patología que, según el Instituto Nacional de Estadística, afecta a un 10% de la población mayor de 40 años. 

2. Alergias: La calima puede contener alérgenos, como polen o esporas de hongos las cuales son producidas por algunas bacterias para defenderse y son resistentes a la humedad y a las altas temperaturas como es el caso que estamos teniendo estos días con la presencia de la calima. Las alergias pueden dar síntomas como estornudos, picazón en los ojos, secreción nasal y acentuar la rinitis alérgica o la conjuntivitis.

3. Impacto cardiovascular: Las respuestas inflamatorias del organismo debido a la reacción al polvo de la calima puede derivar en patologías más graves como las enfermedades cardiovasculares, también ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y arritmias en el corazón debido al inhalación de las finas partículas presentes en la calima. 

4. Problemas dermatológicos: La piel también sufre las consecuencias de la calima, especialmente la de personas con condiciones dermatológicas sensibles, como eczema o dermatitis. El contacto directo con el polvo suspendido en el aire puede causar irritación, sequedad y picazón en la piel.

Consejos para minimizar el impacto de la calima

Para aquellas personas que se encuentren en las zonas afectadas por la calima, se establecen unas pautas para proteger su salud respiratoria:  

• Intentar no salir de casa 
• Si es muy necesario salir, usar mascarillas para proteger las vías respiratorias, reduciendo la inhalación de partículas nocivas
• Las personas que tienen problemas respiratorios como las EPOC deben seguir con el tratamiento prescrito por el médico como los broncodilatadores que ayudan a controlar los síntomas durante la calima 
• Mantener en todo momento la higiene como el lavado de manos, así como en las viviendas, no solo el interior, sino en otras superficies expuestas al aire libre donde se pueda acumular polvo y barro.