Cultura

"Lo más sorprendente de la evolución es que hayamos aparecido nosotros"

  • El prestigioso antropólogo reflexiona sobre el significado del yacimiento de fósiles más importante del mundo y actualiza en exclusiva algunos de los retos a los que tendrá que enfrentarse la especie humana

El paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga es mundialmente conocido por sus hallazgos en Atapuerca, el yacimiento de fósiles más importante del planeta, del que es codirector. Autor de numerosos libros y publicaciones de divulgación científica, Arsuaga ha obtenido el premio Príncipe de Asturias y es miembro de la Academia de Ciencias de Estados Unidos. El prestigioso antropólogo estuvo anteanoche en la ciudad de El Puerto, en la sala Caja Inmaculada, invitado por el Aula de Historia Menesteo, donde ofreció una conferencia sobre la evolución humana y los hallazgos más recientes en paleontología.

-¿Cuáles han sido las claves para lograr unas resultados tan importantes en sus investigaciones?

-Atapuerca ha sido mi éxito principal. He estado ahí y he formado parte de su equipo, aunque he excavado en muchos más sitios. Tropezarse con Atapuerca es un privilegio y una suerte. Si no fuera por Atapuerca mi trabajo no habría tenido tanta notoriedad.

-¿Se sigue Vd. emocionando con cada nuevo descubrimiento?

-Yo sí, pero incluso con un diente de caballo. No he perdido la afición, que se dice. A mi me gustan todos los restos de la prehistoria. Cada yacimiento cuenta una historia y eso es lo bonito: cuenta lo que ocurrió allí, la gente que hubo allí, cómo vivían. Cada yacimiento es distinto, no hay dos iguales.

-¿Cómo consigue conectar con tanta facilidad con el público?

-Primero, porque yo creo que todo el mundo está interesado en conocer sus orígenes; y en segundo lugar, sinceramente, porque me tomo a la gente en serio. Trato al público como personas inteligentes, sensibles y cultas. Creo además que no hay que simplificar o reducir aquello que se explica, porque la gente quiere saber.

-Pero quizás haya que explicarlo con un lenguaje menos científico.

-No, yo tengo muy buena opinión del público y creo que a la gente se le puede contar las cosas, lo mismo la torre de Doña Blanca que Atapuerca, y lo entienden perfectamente. El público es adulto y todo el mundo lo entiende.

-¿Le han sido útiles los premios para obtener mayor apoyo a sus investigaciones?

-El premio Príncipe de Asturias nos ha dado un espaldarazo, un reconocimiento, y eso se ha traducido en más apoyos institucionales. Nos ha dado además una visibilidad de cara al público y de cara también a los gestores. Todos esos premios son importantes para que se valore nuestro trabajo.

-¿Qué representa para la Humanidad el yacimiento de Atapuerca?

-Pues mira, el origen de nuestra línea evolutiva de los homínidos está en África; esos son los más antiguos, y aquí en Europa tenemos una presencia humana desde hace un millón y medio de años. Aquí no tenemos a los primeros, pero es en esas cronologías cuando aparece nuestra especie y es cuando aparece la conciencia. Y eso es un acontecimiento planetario: cuando nos convertimos en seres conscientes. No tenemos el periodo de tiempo en el que empezamos a andar, pero tenemos el periodo de tiempo en que se produce la aparición de la especie humana consciente. Atapuerca nos ayuda a entender esta etapa de la evolución humana, este millón y medio de años, cuando pasamos de homínidos a humanos.

-¿Hay algo que haya descubierto de nuestros antecesores que le haya producido repulsa moral?

-En Atapuerca tenemos un yacimiento de hace un millón de años en el que la acumulación de restos humanos se debe a actos de canibalismo, pero no me produce ninguna repulsa. De hecho, les estamos muy agradecidos a los caníbales, porque gracias a ellos tenemos estos fósiles. Hay otros yacimientos donde hay una acumulación intencional de cadáveres que tienen que ver con creencia y con ideas, con prácticas funerarias. O sea que estamos viendo ya como se está formando la humanidad moderna, que tiene lenguaje y ceremonias.

-¿Deduce Vd. de su experiencia que ciencia y religión son términos contradictorios?

-Se refieren a cosas distintas. La religión se refiere al más allá, mientras nosotros estudiamos el más acá, estudiamos problemas de cultura y biología, que es la evolución humana, cosas de la realidad material. Los antropólogos estudiamos este mundo y la religión estudia el otro mundo, son planos distintos.

-¿Cuándo surgió el sentimiento religioso?

-Más que sentimiento religioso yo hablaría de la mente consciente, la que produce arte y que tiene que ver con creencias y con valores. En Atapuerca tenemos la prehistoria de la mente humana moderna, la fase anterior al fenómeno de la cultura y el simbolismo, de la que surgió lo que ahora tenemos alrededor.

-¿Ha perdido el hombre moderno la empatía con la naturaleza?

-Tenemos un gravísimo problema con la biosfera. Nos hemos convertido en una especie que entra en conflicto con su propio medio, que lo ha transformado todo. Una especie que es capaz de cambiar la biosfera, y ahora estamos preocupados por eso, porque cambiamos hasta el clima. Nos hemos olvidados de la naturaleza y hemos creado un mundo artificial y expansivo. Hemos llegado a un punto en que la humanidad tiene un problema planetario, vivimos en una época histórica en ese sentido. No es un momento cualquiera.

-¿Podría darse en la realidad una situación evolutiva como la descrita en El planeta de los simios?

-Eso es un experimento mental que se ha hecho muchas veces: qué pasaría si desapareciéramos los humanos. Es difícil de saber. ¿Necesariamente la vida en su evolución termina produciendo alguna forma inteligente? Esa es una pregunta con la que se puede especular. Hace falta vida y mucho tiempo por delante para que aparezca, no ya vida inteligente, sino seres complejos.

-¿Qué es lo más sorprendente de la evolución humana?

-Lo más sorprendente es que hayamos aparecido nosotros, una especie consciente. Es lo más sorprendente a nivel del universo entero. Materia consciente, lo que somos nosotros. Ya la vida en sí misma es casi un milagro. En este planeta hay geología, biología, física y química y aparte de eso filosofía, o consciencia, o inteligencia. Eso es una anomalía, una cosa absolutamente única.

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