Cádiz - Reus Deportiu

Corte de digestión por mala puntería (0-0)

  • El desacierto en el remate condena a un equipo amarillo que no traduce en gol sus ocasiones y sólo suma un punto. Los locales despiertan tras el descanso y, aunque son superiores, no pueden batir a un rival ordenado

Las imágenes del Cádiz CF- Reus

Las imágenes del Cádiz CF- Reus / Kiki

 

El Cádiz hizo todo lo que debía para ganar pero se olvidó del elemento fundamental: el gol. La salsa del fútbol se le indigestó en la sobremesa a un equipo amarillo al principio pareció que iba a comerse el mundo antes de recostarse en los brazos de Morfeo para despertar de la siesta en la segunda parte, que dominó por completo aunque no le bastó para doblegar a un Reus, debutante en el templo cadista, que supo aguantar el chaparrón después de manejar el timón en el primer acto.

El fortín del Carranza saltó por los aires y por las rendijas del estadio volaron dos puntos que se llevó un fuerte viento que incomodó por igual a los dos contrincantes. La balanza que tantas veces se había inclinado a favor de los gaditanos en duelos de corte similar permaneció inalterada y no se movió esta vez hacia ningún lado. No siempre la fiesta puede tener un final feliz.

Nada se puede reprochar a los locales salvo su nula puntería. Se las ingenió para crear oportunidades y a la hora de la verdad se encogieron delante de la portería. Pocas veces habrá llegado el Cádiz por las bandas -en especial por la izquierda- como ayer y pocas veces habrá desperdiciado oportunidades tan claras.

Pero no pudo ser y al menos el punto sirve de consuelo para mantener la posición de privilegio a la que la escuadra gaditana se agarra una semana más con fuerza. Lo intentó hasta el final pero fue incapaz de superar a un ordenado Reus. Cuando el acierto en el remate brilla por su ausencia, las posibilidades de ganar se difuminan y el equipo amarillo se tuvo que conformar con un punto pese a que empujó de lo lindo, sobre todo en una segunda parte en la que fue mejor que un adversario que demostró por qué es el menos goleado a domicilio de la categoría.

Servando en lugar del sancionado Sankaré fue la única novedad de una alineación continuista, con dos de los tres refuerzos del mercado de invierno en el banquillo -Imaz y Aketxe- e Iván Malón como jugador descartado de los 19 convocados.

Los dos contendientes no se concedieron ni un solo segundo de tanteo y fueron directamente al grano en un arranque tan vertiginoso como entretenido. Los amarillos sólo necesitaron un minuto y medio para mandar el primer aviso serio cuando Álvaro García sorprendió con un robo del esférico a la defensa para centrar al corazón del área y poner en bandeja el remate en boca de gol de Ortuño. Al ariete le faltó contundencia y Egdar Badía sacó el cuero de manera milagrosa. De haber entrado el signo del encuentro hubiese cambiado de forma radical. Casi sin respiro, en el 4, un zurdazo de Aridane tras un saque de esquina se escapó por muy poco junto a un poste. La réplica del Reus, inmediata, no se tradujo en el 0-1 porque Carpio sacó en el línea de gol un golpeo de Guzzo tras una buena acción ofensiva de un cuadro visitante valiente, vertical, que hizo trabajar a destajo a la zaga local.

El prometedor comienzo no tardó en venirse abajo. La presión arriba de los gaditanos no surtía efecto y los rojinegros se desenvolvieron con tal soltura que llegaron a aburrir a los hombres de Cervera, aletargados a la hora de la siesta.

El paso del tiempo favoreció a un equipo catalán que demostró querencia por el balón ante un Cádiz espeso dedicado a correr detrás de la pelota más que a tenerla. Abdullah fallaba más pases de la cuenta, Rubén Cruz sólo destruía, Ortuño estaba bien sujetado por los centrales y Salvi no conseguía desbordar. Álvaro García era el único que ofrecía algo distinto, el único capaz de llegar a la línea de fondo y centrar con criterio al interior del área, como en el minuto 38, cuando un servicio suyo lo remató fuera Ortuño.

Apretaron los amarillos antes del descanso a base de chispazos aislados pero el marcador no se movió pese a una clara oportunidad en el minuto 42 cuando Edgar Badía repelió un derechazo cruzado de Salvi.

El 0-0 al intermedio hizo justicia en un choque caracterizado por la igualdad, pendiente de resolución en la segunda mitad con una necesaria una versión mejorada del Cádiz para romper su bloqueo mental y futbolístico y poder optar a los tres puntos. Cervera disponía de un cuarto de hora para reordenar ideas.

El Cádiz reprodujo en la reanudación el arranque de la primera parte con un cadena de ocasiones a las que sólo le faltó el gol. No sólo llegó más a puerta. Mejoró y fue superior a su rival. En el 46, Ortuño cabeceó por encima del larguero, Un minuto después, Salvi no acertó a poner la pelota dentro de la portería tras un excelente centro de Álvaro García. El sanluqueño volvió a mostrarse negado en la definición cuando lo tenía todo a favor.

Los anfitriones dieron un paso al frente en busca de la victoria. La banda izquierda prendió mecha y por allí llegó el peligro. En el 50, un centro de Brian, tras asociarse con Álvaro, se paseó delante de la portería sin encontrar aliado. Insistieron los locales pero el duelo cogió la autopista del empate. No había forma de romper el cerocerismo. José Mari lo intentó con una falta lateral lejana despejada por el cancerbero.

No había manera. Ni siquiera cuando los reusenses fallaban en la retaguardia. Cervera se jugó la carta de calidad de Aketxe en tres cuartos en los 20 minutos definitivos, con un final no apto para cardiacos.

La equis sin goles parecía inevitable y Cervera apostó en los instantes finales por Aitor. El onubense se ubicó en el costado izquierdo, Aketxe pasó a la derecha y Álvaro García acabó como segunda punta.

El Cádiz lo intentó hasta la extenuación. Edgar Badía atrapó un lanzamiento de Aitor, Ortuño no cazó a tiempo un centro de Aketxe y el partido murió tal como nació.

 

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