El Gobierno municipal tiene las ideas muy claras respecto al Zaporito. Quiere -el alcalde, José Loaiza, lo ha dicho en reiteradas ocasiones- que el entorno recuperado sirva para crear actividad económica en la zona.

Ahora que las obras de rehabilitación del histórico enclave están a punto de terminar -se espera que terminen en noviembre- el Ayuntamiento se plantea qué uso dará definitivamente al antiguo molino de mareas una vez esté definitivamente acabada la intervención.

Aunque el equipo de gobierno no cuenta aún con un proyecto definitivo para el molino de mareas del Zaporito, trabaja en una propuesta que considera que puede servir para aprovechar todo el potencial que brindará este entorno recuperado: la adecuación de un establecimiento hostelero en la plaza resultante de la reurbanización del antiguo e histórico molino de mareas.

La iniciativa responde a la filosofía del nuevo equipo de gobiero que lidera el Partido Popular, para el que resulta vital aprovechar un equipamiento de este tipo para generar actividad económica y dinamizar un entorno muy cercano al centro de la ciudad y a la calle Real. Es una cuestión política.

La idea pasa así por el establecimiento de un quiosco que ofrezca sus servicios en dicho espacio. Para ello, incluso, desde el área de Desarrollo de la Ciudad (que aglutina a Urbanismo) se ha previsto incluso la adecuación de las acometidas necesarias para esta instalación (agua, luz), en las que se viene trabajando desde hace unas semanas al tiempo que se avanza en las obras que están en marcha desde hace aproximadamente un año.

Paralelamente, eso sí, desde el Ayuntamiento se trabajan varias líneas de subvenciones públicas con el objeto de dotar de equipamiento al antiguo molino de mareas. Se pretende que el edificio tenga un uso cultural -incluso un equipamiento interactivo- aunque prácticamente se descarta la idea de convertirlo en un centro de interpretación al estilo del habilitado junto al Teatro de Las Cortes y dedicado al parlamentarismo, que apenas registra visitas desde su apertura y que, por consiguiente, dado su planteamiento, se considera un recurso desaprovechado.

El Ayuntamiento no quiere repetir ese error y quiere que el Zaporito se convierta en un sitio frecuentado por los isleños. De esa forma -sostiene- se aprovecharía mejor el dinero invertido en la recuperación del entorno histórico y medioambiental. De ahí su intención de vincular el desarrollo del entorno a un establecimiento hostelero.

El PSOE, sin embargo, ha mostrado su rechazo a esta propuesta y ha propuesto en el debate político en torno al uso del Zaporito que éste se convierta en Museo de la Sal -como, de hecho, pretendía el anterior Gobierno del PA- y en centro de recepción de visitantes del Parque Natural. "Son propuestas de turismo activo vendrían a dinamizar la zona", ha dicho el portavoz del PSOE, Fernando López Gil.