La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado por un delito de revelación de secretos al sargento de la Guardia Civil acusado de alertar a un traficante de hachís de que estaba siendo investigado y tenía los teléfonos intervenidos, lo que permitió a éste suspender un cargamento en noviembre de 2006. La sentencia ha impuesto al agente, que entonces era el jefe de la Policía Judicial de Chiclana, dos años de inhabilitación para empleo o cargo público y una multa de 4.800 euros. El guardia se sentó en el banquillo junto con otros 14 procesados por tráfico de hachís. Uno de ellos es Jorge Werner, hijo del mítico futbolista Mágico González, que ha sido condenado a cuatro años y tres meses de prisión.

La sentencia condena a otros ocho acusados, entre ellos José María Lobón, a quien pasó información el sargento de la Guardia Civil. El tribunal absuelve a los otros cinco procesados.

La resolución de la Sección Primera, de la que ha sido ponente la magistrada María Oliva Morillo Ballesteros, considera probado que el agente J.M. informó a Lobón de que estaba siendo objeto de una investigación durante una comida que concertaron en la venta Melilla el 6 de noviembre de 2006. Le dio datos también sobre otras diligencias policiales que había iniciado el propio sargento como jefe de la Unidad de Policía Judicial.

En el transcurso de esa reunión, Lobón telefoneó a su esposa y le dijo que apagase para siempre determinados teléfonos que habían usado hasta entonces. La sentencia explica que Lobón y su esposa declararon en su día que el sargento les dijo que tenían los teléfonos pinchados.