Bernard Devos (Bélgica, 1946) sabe que le apodan amistosamente el belga loco y sospecha que debe ser por haber construido un hotel de cinco estrellas y un campo de golf en Benalup. El complejo, inaugurado en 2001, ha sido distinguido esta semana como mejor spa del país y mejor complejo de golf de Europa -por segundo año consecutivo- en los premios internacionales World Travel Awards. "A mi me parece una cosa increíble", sentencia.

-¿Hay una "fórmula secreta" para ganar un premio de estas características dos años seguidos?

-No existe. La votación es entre 150.000 posibles votantes, y no se dan detalles de cómo se realiza para que nadie pueda tener estrategias para influir en los resultados. Es pura democracia. Este año volvimos a estar entre los nominados y pensábamos que había alguna posibilidad, aunque la competencia era durísima de lugares de Irlanda, Francia, la Manga...

-¿No se lo esperaba?

-La semana pasada nos confirmaron que volvíamos a recibir el premio al mejor resort de golf de Europa. Increíble, aquí, un hotel de Benalup... Creo que la clave es el ruido de los clientes, gente que sale muy satisfecha del hotel, lo comenta en su agencia, y así se van haciendo buenas referencias, que después se trasladan al voto. Si la gente está contenta, más contenta de lo que puede ser habitual, termina acordándose del hotel y termina votando.

-¿En qué es mejor el Fairplay que otros hoteles del segmento de golf, y del resto de finalistas de estos premios?

-Hay una cuestión importante que es que los hoteles de golf siempre están situados lejos de los campos, a dos kilómetros, a cinco... En Benalup tenemos el golf y el hotel totalmente unidos y eso pienso que es algo que se da en muy pocos campos. Desde cada habitación del hotel ves el campo de golf, y se da una armonía entre las casas particulares, el campo y el hotel, un conjunto muy valioso. Después hemos limitado mucho el uso del campo para dar exclusividad a los clientes. Tenemos una salida cada 20 minutos, mientras que en otros sitios se está ofreciendo una salida cada diez minutos y en Marbella hay sitios en los que hay salidas cada siete. Por eso aquí se ofrece un juego de más calidad, sin que la gente tenga que andar esperando. En definitiva estoy seguro de que no tenemos el mejor hotel de Europa, ni el mejor campo de golf de Europa, pero sí tenemos un conjunto único con una oferta excelente de todo-incluido.

-¿Qué ventaja le ofrece a usted como gestor y a sus clientes el sistema de todo-incluido?

-Esta oferta gusta mucho al jugador de golf, porque abarata su estancia y le da más libertad. Es un planteamiento de negocio que anuncia nuestro propio nombre. Yo juego limpio con el cliente, jugamos limpio con los clientes; un precio razonable a cambio de unos servicios muy buenos, con una oferta con valor añadido, el gran spa con vistas al campo y no a un sótano, muy buenos restaurantes... El todo-incluido nos permite ahorrar gastos generales y mejorar la oferta. Por ejemplo, si vamos al mercado de El Puerto podemos comprar el mejor pescado del día y saber que vamos a ofrecer el mejor producto de temporada, en lugar de tener que comprar 15 especies distintas. Los clientes están encantados con la propuesta. Casi todos los días alguien nos felicita.

-¿El premio del año pasado les ha beneficiado al negocio?

-Los touroperadores y las agencias valoran el premio, que es el más importante de Europa. Hemos ganado otros muchos premios, pero éste es el más importante, y todo el mundo lo quiere. Es una buena referencia para nosotros, para Benalup, y para la provincia, que sigue creciendo y mejorando su oferta, salvo la del aeropuerto, claro. Me parece preocupante lo que está pasando con el aeropuerto y la pérdida de vuelos, y la mala suerte de Gibraltar, que sigue sin despegar. Menos mal que Málaga aguanta...