Los almadraberos de Barbate están hartos de trabas, de cuotas y de inspectores de pesca que ponen en peligro 200 puestos de trabajo. Desde hace algunos años, Pesquerías de Almadraba SA lucha para intentar hacer rentable este milenario y sostenible arte de pesca, el mismo que cuando los atunes comenzaron a escasear por su captura indiscriminada se puso en primera línea y aceptó rebajas, cuotas y controles. Para dar más trabajo a la localidad y hacer rentable la almadraba, el empresario Ricardo Fuentes aportó sus conocimientos en la acuicultura y se montaron piscinas de engorde para los atunes, ejemplares que se pasan desde el copo hasta unas piscinas en el mar a través de unos túneles de redes donde son engordados con caballas. Sin embargo, durante estos últimos días la actividad en la almadraba barbateña está paralizada "por la actitud intransigente que muestra la inspección pesquera en Cádiz y Madrid, que pone en peligro la pesca de la almadraba", comentaban ayer a este diario los almadraberos barbateños.

¿Y por qué ocurre esto? "Pues porque sin el visto bueno de los inspectores, no se pueden introducir atunes en el copo y las piscinas de engorde". ¿Y por qué no dan el visto bueno? "Porque pretenden que para poder pescar, el agua esté clara y cristalina, porque pretenden que para poder pescar se haga a mediodía, cuando el sol está en lo alto, porque pretenden que para poder pescar hay que esperar a que los inspectores confirmen la cuenta de cada pesquera, para lo cual necesitan días y semanas", se quejan.

Los almadraberos barbateños critican que estos inspectores no entiendan que la almadraba es un arte de pesca tradicional, "que de nosotros no depende que el agua esté clara o turbia. No entienden que la marea no es a mediodía, sino cada ocho horas, y no se puede pescar cuando ellos quieran, sino cuando el mar te lo permite", continuaban ayer algunos pescadores.

Alertaban también de que los inspectores no entienden que no pueden esperar días y semanas a que ellos confirmen las capturas para poder seguir pescando, porque el atún no aguarda, sigue su camino hacia el Mediterráneo para criar.

"¿Es esta el tipo de empresa que quieren para levantar el país, para crear puestos de trabajo?. ¿Empresas cada vez menos competitivas, porque las trabas administrativas ahogan a los pescadores?", se preguntaban ayer responsables de la sociedad que explota la almadraba de Barbate.

Según han comentado a este diario, la pesca de la almadraba de Barbate está parada durante estos días, no porque no haya pescado, no porque haya ningún incumplimiento (en Barbate el nivel de cumplimiento es del 100%, incluso felicitado por la Comisión Europea al respecto), "sino porque los inspectores consideran este trabajo un mero trámite en el que los atunes deben esperar a que ellos vean el agua clara para contarlos, o el sol en lo alto para ver con más claridad, o a estar descansados para poder revisar", dicen unos almadraberos hartos de estar hartos. "No les importa si la empresa es menos competitiva, o pesca más o menos, o si el coste se incrementa por su negligente actitud", aseguran desde la empresa, que se pregunta "¿de qué sirve invertir en mejorar la actividad de una empresa, que genera puestos de trabajo directos e indirectos, si luego todo se pierde por trámites administrativos?".

El caso es que hoy los atunes seguirán cruzando por la costa barbateña en dirección al Mediterráneo, lo harán a centenares, a miles, y los almadraberos, que dependen de su pesca para poder subsistir, y los empresarios, que han apostado su dinero comprando cuota a otras pesquerías con las que poder mantener la actividad unos meses más, no podrán pescarlos por orden de la Inspección de Pesca.