A menudo las familias se fragmentan por desacuerdos en la repartición de bienes, por esa herencia que destapa la máscara de la avaricia y no deja lugar al consenso, por ese matrimonio que estalla. Normalmente estas situaciones derivan en un juicio ante una sala que decide postergar la resolución final si el caso se estanca. En este contexto, surge el mediador civil y familiar, una incipiente manera de eludir los Juzgados y que busca que las partes antagónicas lleguen a un acuerdo sin exponerse a los tribunales. El proceso judicial no sólo puede llegar a ser más lento sino también más costoso. Aunque los mediadores no son actores conocidos por el público en general por su carácter embrionario, son varios los colectivos y profesionales que fomentan esta nueva figura de resolución de conflictos organizando jornadas e incluso cursos de especialización en la materia.

Este es el caso del Consejo General de Graduados Sociales de España que celebró hace algunas semanas la formación presencial en Cádiz del curso general sobre mediación civil y familiar. El presidente de los Graduados Sociales de Cádiz, José Blas Fernández, mostró su satisfacción de que este método se esté implantando y de que los profesionales del sector eligieran la capital como sede para llevar a cabo la modalidad presencial del curso. "Los profesionales se convierten en mediadores evitando así que se lleguen a pleitos", explicó Fernández en referencia a la especialización que se trató en el curso. Todo mediador deberá inscribirse como tal en un registro del Ministerio de Justicia. José Blas Fernández también desgranó algunas de las aptitudes que debe concentrar el adecuado perfil de mediador. De esta manera consideró que un buen negociador debe tener "persuasión al hablar y ser un buen vendedor, entre comillas, del producto".

Uno de los ponentes que participó en el programa que se impartió hace unas semanas fue Julio García Ramírez, un letrado avezado en oratoria judicial y profesor de psicología jurídica del CEU de Madrid. Éste hizo hincapié a este diario sobre el por qué el ciudadano debe acudir a esta vía para resolver sus situaciones de disconformidad. "El mediador no sale en radio, televisión, ni en prensa aún. Pero poco a poco esto tiene que ir mejorando para que la gente sepa que existe esta posibilidad", advirtió el abogado. Según lo entiende Julio García, "es un método mucho menos doloroso que no rompe tantas familias como un juicio".

Una directiva comunitaria impulsada por la Unión Europea, tal como cuenta García, ya incluye la necesidad de una sesión informativa de mediación para las partes. Además, en Estados Unidos esta forma de arreglar contenciosos cada vez es más utilizada. "La sociedad debe conocer este método. Aún no se dan muchos casos de gente que acuda a la mediación por el hecho de que aún no se conoce. Los matrimonios recurren a esta forma en varias ocasiones. Es uno de los métodos preferidos", sentenció el abogado experto en la materia Julio García.